A la atención de Francisco González Lodeiro, rector de la Universidad de Granada. Estimado señor, dos puntos. Sé que su email está colapsado, por obra y maldita la gracia de la máquina de spam de HazteOír.org, esa organización ultra que subvenciona Esperanza Aguirre y preside un sobrinito de Rodrigo Rato. Pero me gustaría transmitirle mi más profundo rechazo ante la decisión de su universidad, que el lunes cedió al chantaje de los integristas y canceló una exposición de fotografía artística, Circus Christi. Su autor,Fernando Bayona, cometió la imprudencia de mezclar la iconografía católica con una historia de putas y chaperos. Fue un error: pensó que vivía en una sociedad civilizada, capaz de distinguir entre realidad y ficción; una sociedad diferente de la que condenó a muerte a Shalman Rushdie. Se equivocó.
“Lo vas a lamentar. Mira a un lado y a otro cuando vayas por la calle porque te vamos a reventar la cabeza”, dice uno de los anónimos que Bayona ha recibido tras la fatua de los integristas católicos. Aunque peor aún que estas amenazas es su postura, señor rector; la respuesta de su universidad, a la que exijo algo más de lo que espero de un grupo de ultras. En lugar de respaldar a la víctima, a Bayona, han decidido cerrar la exposición “porque no es posible garantizar la seguridad de la misma”. En su comunicado, donde no dedican ni una línea en apoyo de Bayona por las amenazas, también “lamentan” que “se hayan sentido heridos los sentimientos y convicciones de un elevado número de personas”.
Yo también me siento herido, señor rector. Pero no es una cuestión, subjetiva, de sentimientos. No creo ser la única persona que objetivamente defiende la libertad de expresión como una convicción mucho más sagrada que la intolerancia, que la violencia, que la superstición.