Segundo escrito enviado a los candidatos a Rector de la Universidad de Granada, en relación a diversos actos, actitudes y prebendas que se conceden en la Universidad de Granada para la promoción del catolicismo.
La confusión entre lo "público" y lo "privado" es frecuente en la sociedad española, en primer lugar porque estas palabras designan ámbitos que en ocasiones es difícil deslindar. Sin embargo, un significado de la palabra "público" que no cabe reinterpretar es el que se refiere a las entidades pertenecientes al Estado, o aquellas financiadas en parte o en todo mediante el erario público. Estas instituciones han de mantener una escrupulosa neutralidad en lo que se refiere a cuestiones de religión y convicciones. En este sentido el Tribunal Constitucional declaró hace más de 20 años: "El derecho a la libertad religiosa de cada persona comprende también, en general, y específicamente en un Estado que se declara aconfesional… el de rechazar cualquier actitud religiosa del Estado."
Sin embargo, la Universidad de Granada provee distintos medios para la promoción y el proselitismo a la Iglesia Católica. Muchas veces estas ventajas no están aprobadas por el Rectorado o la Dirección de los Centros y Servicios, sino que los conceden "motu proprio" algunos trabajadores de la UGR, usando para ello los medios que el erario público pone a su disposición. Usualmente se sigue la inercia heredada sin recapacitar sobre su dimensión discriminatoria.
También es cierto que los responsables de Centros y Servicios reciben presiones de miembros de nuestra comunidad universitaria, que lejos de practicar una religiosidad sana y abierta, quieren apropiarse de los medios públicos a su alcance para la difusión de su ideología particular, en un ejercicio de catolicismo radical afortunadamente minoritario: "el fundamentalismo es el drama y el problema más grande de nuestro tiempo".
Brevemente, este es un listado incompleto de las prácticas discriminatorias que se dan en la UGR:
- El programa de apertura del curso universitario mantiene entre sus Actos la celebración de una misa. El recurso de colocar esta misa bajo el epígrafe de "Otros Actos" no hace sino confirmar el carácter vergonzante de la resistencia a eliminarla.
- Lo mismo en los actos de celebración de los patrones en distintas facultades o escuelas. Ya en sí es llamativo que se encomiende una disciplina universitaria a un "santo patrón". Esto es síntoma de una inercia perezosa, más cuando la filiación del "santo protector" con la disciplina es inexistente incluso en las más generosas hagiografías.
- Permanencia de crucifijos y otros iconos en locales universitarios, que incluyen los despachos de los profesores u otro personal, así como secretarías de centros, despachos de Decanos y Directores, etc.
- Cuenta de correo institucional para el arzobispado de Granada: pastoraluniversitaria@ugr.es. Es difícil defender esta prebenda recurriendo a alguna acendrada tradición universitaria.
- Redirección a una página del Arzobispado desde el dominio de la Universidad: http://www.ugr.es/local/pastoraluniversitaria. Idem.
- Desarrollo de un proyecto interdiocesano (Libro Blanco de Informatización Diocesana) en un servidor de la universidad (http://mortadelo.ugr.es). El proyecto ya ha terminado pero aún pueden encontrarse en internet los vínculos en los que se desarrolló.
- Proselitismo de algunos profesores entre sus propios alumnos, en un ejercicio que podría calificarse de abusivo, dada la asimetría de poder en la relación. Celebración subsiguiente de reuniones de carácter religioso en sus despachos universitarios.
- Cesión gratuita de medios y personal para la promoción de actividades religiosas, tales como el programa Esperanza costalera, programa "pionero" en las universidades de todo el mundo, desarrollado "gratis et amore" en marzo-abril del 2007 con recursos, alumnado y profesorado de distintas Facultades.
- Apertura solapada de "capillas oficiosas" al ser rechazada en el Centro la cesión de espacio para esta actividad.
Dado que Vd quiere dirigir la Universidad de Granada desde la más alta instancia, y dada la gravedad de las situaciones que aquí denunciamos, solicitamos que se pronuncie contra las prácticas mencionadas. En caso de que obtuviera el puesto al que se postula, esperamos que su mandato suponga un nuevo inicio en materia de respeto a la libertad de conciencia en nuestra universidad.