El canónigo belga Gustav Joos, promovido a cardenal el pasado mes de octubre por el Papa Juan Pablo II, lanzó ayer una violenta diatriba contra los homosexuales, la mayoría de los cuales, a su juicio, son unos «pervertidos sexuales».
«Estoy dispuesto a escribir con mi propia sangre que de todos aquellos que se declaran homosexuales o lesbianas, sólo hay entre un 5 y un 10% que realmente lo son. Todos los demás son simplemente pervertidos sexuales», declaró monseñor Joos al semanario flamenco ‘P-Magazine’.
El prelado insistió al periodista que le hizo la entrevista: «No debe dudar al escribirlo. Si vienen todos a protestar ante mi puerta, me da lo mismo. No les abriré». «Los verdaderos homosexuales no van por la calle con ropa abigarrada. Son personas que tienen un problema grave y deben aprender a vivir con él».
Según el religioso, ser homosexual y católico «no es imposible», pero los homosexuales «deben contenerse». «Yo también lo hago como sacerdote, ¿no? El sexo debe vivirse en el seno de un matrimonio indisoluble entre hombre y mujer. No de otro modo. Punto final y amén. No es duro de comprender», concluyó.