El objetivo es potenciar más aún la asignatura entre alumnos y padres
La Federación Andaluza de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (COLEGAS) ha puesto en funcionamiento una campaña para defender la enseñanza de la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos en las aulas, tanto de los colegios e institutos públicos como de los centros privados.
COLEGAS considera que "es un momento crucial para poner en marcha sin dilación los programas necesarios para avanzar en una sociedad democrática y participativa".
"Educación para la ciudadanía, sí, gracias" es el lema de la campaña. Antonio Ferre, presidente de la Federación, anunció ayer en rueda de prensa que, tras la última jurisprudencia del Tribunal Supremo, es necesario potenciar más aún la asignatura.
Ferre declaró que lo interesante es que se trabaje en dos líneas. Por un lado, formando al profesorado y por otro, a los alumnos. También realizarán sesiones informativas para los padres. Según avanzó el coordinador de Programas de Educación, José Luis Salvador, habrá asimismo comisiones participativas en las que estarán representados todos los colectivos sociales.
COLEGAS cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía para llevar a cabo el proyecto. Ferre, basándose en un estudio realizado entre jóvenes, afirmó que el 39,5% de alumnos de una clase media de 30 personas cree saber quién es gay en el aula. Y el 60% aseguró que si supiera con certeza cuáles de sus compañeros son gays, les discriminarían.
Por otro lado, la conocida como sala vaticana del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que inflamó la rebelión contra la materia, apuró hasta el final su apoyo a los padres objetores.
El 28 de enero pasado, poco antes de que el Tribunal Supremo (TS) tumbara la objeción a Ciudadanía, la sala del TSJA la avaló una vez más. El dictamen, emitido minutos antes del fallo del alto tribunal, fue el último de una larga lista. Fuentes del TSJA aseguraron ayer que la sala esperará ahora a conocer en su integridad la sentencia del TS para ver si reevalúan su postura.
El TSJA fue el primero en admitir la rebelión contra la asignatura. Para ello, se basó en los argumentos que José Gabaldón, ex vicepresidente del Constitucional y presidente de honor del Foro de la Familia, había emitido en artículos de prensa. El ponente de la primera sentencia contra Ciudadanía era su hijo, Enrique Gabaldón. La Fiscalía criticó duramente la postura de la sala y certificó que adolecía de "una absoluta falta de motivación".