Los legionarios veteranos de Valladolid marchan junto a la Dolorosa de la localidad terracampina en una concurrida procesión alrededor de la iglesia mudéjar de Santo Tomás
A pesar del frío viento que el viernes arreciaba sobre Villanueva del Campo, cientos de devotos arroparon a su Virgen de los Dolores en la última misa de la novena celebrada en la iglesia de Santo Tomás y en la posterior procesión por las calles aledañas, en la que la imagen contó con la compañía de los antiguos caballeros legionarios veteranos de Valladolid.
La comitiva militar abrió el desfile con los soldados formados frente a la fachada del templo mudéjar para saludar en su salida al Cristo, que portaban tres de los legionarios, y a la Virgen de los Dolores. Tras levantar al Cristo para presentárselo a su madre, y a la señal del toque de corneta, la procesión descendió hasta la calle Barrero bien formada: primero el banderín de los legionarios, a continuación el Cristo y la Virgen arropada por las damas de luz. Detrás de la imagen de María caminaban el cura, el alcalde y el jefe de la Asociación de antiguos caballeros legionarios veteranos de Valladolid, y cerraba la procesión el resto de miembros de la agrupación que marchaban al ritmo del tambor, más acorde con la Semana Santa que sus famosos 160 pasos por minuto.
La procesión torcía a la izquierda a la altura de la calle Cuesta para enfilar Silos, donde se hizo un breve fondo para relevar a los cargadores de las dos imágenes antes de pasar junto al Palacio del Inquisidor y regresar por la calle Santo Tomás al templo de salida. Ya en su interior, el pueblo entonó la Salve a su Virgen y los militares ocuparon el altar para cantar algunos de los himnos propios de su cuerpo. Un privilegiado entorno para este acto celebrado a los pies del rico retablo mayor que fue tallado por el maestro Jacques Bernal en el año 1.542, uno de los mayores atractivos de la iglesia de estilo mudéjar del siglo XIII, que además cuenta con una esbelta torre del XIV, catalogada Bien de interés Cultural por la Junta de Castilla y León.
No era la primera vez que la Asociación de antiguos caballeros legionarios veteranos de Valladolid contribuía a realzar la Semana Santa de Villanueva del Campo. En 2017 participaron por primera vez en la procesión de Los Terciarios, de Jueves Santo, entre la iglesia del Salvador y la ermita del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, escoltando al Nazareno, la Esperanza y la Dolorosa. Ayer, además, los legionarios demostraron su valor resistiendo sin inmutarse al fuerte y gélido viento de Castilla en mangas de camisa.