Una misa solemne en la catedral con la presencia de las autoridades burgalesas conmemoración del evento.
El Cid y los suyos se despidieron de su ciudad medieval. En el destierro, al igual que en la llegada, la multitud aplaudía a su héroe castellano. Los más de 800 voluntarios de diferentes agrupaciones culturales y asociaciones cidianas, cerraron la jornada del domingo satisfechos porque todas las actividades contaron con gran expectación de público.
La jornada arrancó de forma solemne con la misa concelebrada en el altar mayor de la Catedral de Burgos. Una cita en la que estaban presentes autoridades y el Cid y Jimena así como múltiples personas ataviadas al estilo medieval. Una misa que contó con la recreación de música antigua a cargo del grupo Aldebarán y que se cerró con un homenaje en la tumba de Rodrigo Díaz de Vivar donde los presentes realizaron una ofrenda floral y entrega de armas.
Durante la jornada, hasta las 19.00 horas, se sucedieron escenas cotidianas del medievo como el campamento instalado en los márgenes del río Arlanzón, las escenas recreadas por la Asociación de danzas María Ángeles Sáiz o el combate entre caballeros y muestra de armas realizada por Professional History.
Otro de los momentos clave con el que se cierra la jornada cidiana es la jura de Santa Gadea. En el Arco de Santa María, rodeado de espectadores, el grupo de teatro Potámides y vecinos de Castrillo del Val, dirigidos por Ernesto Pérez Calvo, interpretaron la promesa de Alfonso VI de no haber participado en la muerte de su hermano. Después fue el momento de recrear el destierro del caballero castellano.
Imagen del Cid en la misa celebrada en la Catedral. – SANTI OTERO
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