Tres alumnos de 14 y 15 años han sido detenidos tras atacar a la joven de 13 por no llevar ropa y velo islámico.
El presidente Emmanuel Macron ha prometido ser «implacable» ante la violencia escolar tras el suceso.
Una agresión a una menor musulmana en un colegio de Montpellier (Francia) ha conmocionado al país. Tres menores de 14 y 15 años han sido detenidos después de que propinaran una paliza a otra menor de 13 a las puertas del centro escolar Arthur-Rimbaud de la ciudad, a la que dejaron en coma durante tres días.
Según han avanzado medios locales como France Bleu, los hechos tuvieron lugar el martes de la semana pasada a las 16 horas. Samara Radjoul fue golpeada por tres compañeros hasta terminar en coma.
Al parecer, y según ha relatado la familia a medios franceses, la menor sufría acoso desde hace tiempo por «vestir de europea» y no llevar ropa y velo islámico, aunque no había ninguna denuncia interpuesta sobre el asunto.
Según France Info, la madre de la menor cuenta que un profesor la llamó por teléfono para advertirle de un que un grupo esperaba a su hija, pero no pudieron avisarla a tiempo. Entre puñetazos, golpes y patadas que duraron alrededor de una hora, la menor de 13 años terminó ingresando en coma, del que salió hace unos días.
«Tras el ataque, los alumnos dijeron que Samara era la alborotadora del colegio , la escupieron, la ataron y le metieron tabaco en la nariz«, explica la madre al citado diario. Al parecer, incluso uno de los acosadores había colgado fotos de Samara en redes sociales pidiendo su violación.
«Implacable» ante la violencia
Los menores, bajo custodio policial, se enfrentan a cargos de intento de asesinato, mientras el presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió este viernes ser «implacable» ante la violencia escolar tras esta agresión y otra que se produjo a las afueras de París.
En declaraciones a la prensa realizadas durante una visita a una escuela de París, Macron aseguró que los centros educativos «deben seguir siendo un santuario» frente «a la violencia desinhibida» de los adolescentes.
«Cada vez (los agresores) son más jóvenes», se alarmó el jefe de Estado, quien apuntó algunas causas de esa explosión de la violencia, entre las que citó la precariedad familiar, especialmente la que viven las madres que crían a sus hijos solas.
«Vamos a desarrollar un sistema de prealerta que servirá para que, cuando se identifique a un joven que empiece a ser violento, se le proponga a las familias un cambio de escuela o un internado» dijo.