Durante los últimos años, los niveles de violencia e inseguridad han aumentado en Nigeria, el país más poblado de África y, probablemente, el que más potencial tiene gracias a sus recursos naturales. Esta situación se ha producido debido a la proliferación de grupos islámicos de tendencia salafista yihadista1 en el norte, que buscan establecer un estado islámico; un aumento de las tensiones sociales entre diferentes grupos étnicos y comunitarios en los estados centrales, sobre todo; y la aparición de varios grupos armados en la zona del Delta del Níger2, que apelan a un mejor reparto de la riqueza petrolífera, y la frontera sureste con Camerún, que buscan crear un gobierno independiente en Bakassi.
El conflicto existente en Nigeria es muy complejo, pero este trabajo se centra en la proliferación de los grupos islámicos salafistas yihadistas del norte. De esta forma, trataremos de explicar cuáles son las condiciones que han favorecido la aparición de estas corrientes religiosas y cuáles son las consecuencias de sus actividades dentro y fuera del territorio nigeriano. Asimismo, exploraremos los posibles escenarios que pueden darse en el futuro y cómo el gobierno del país podría hacer frente a una amenaza que cada día está causando más muertos.
Los dos principales grupos islámicos salafistas yihadistas que actualmente operan en Nigeria son Boko Haram, que apareció en 2002 aunque sigue la estela de grupos anteriores que se remontan hasta el siglo XIX, y la escisión creada a partir de este grupo y denominada Ansaru, en 2012. Ambos grupos han aprovechado la situación inestable del país para hacerse fuertes en el norte del país, consiguiendo apoyos que les permiten luchar por sus reivindicaciones.
En Nigeria encontramos grupos islámicos salafistas yihadistas ya en el siglo XIX, cuando las Yihads de los Fulani comienzan a luchar por la purificación de las creencias y prácticas musulmanas. Estas luchas se llevan a cabo en este país, principalmente, a través de dos grupos: los Quadriyya y los Tijjaniyya4, que acusan a las élites Hausa de mezclar las creencias islámicas con el politeísmo y el sincretismo propio del animismo africano de la región. Este movimiento, liderado por Ibn Fodio Sokoto, dio lugar al Califato de Sokoto, el cual tuvo una gran repercusión en el norte de la actual Nigeria, ya que implantó un sistema islámico sobre el pueblo Hausa con el que poco a poco se iría mezclando gracias a la purificación religiosa5.
En 1901, la región de la actual Nigeria se convirtió en un protectorado británico y más tarde, en 1914, se convertiría en colonia. Durante este periodo, el principal grupo de oposición al gobierno colonial fue Mahdiyya6, que se convirtió en un grupo fundamentalista islámico transahariano que luchaba contra las autoridades coloniales en toda la región. Este grupo luchó por la instauración de un Estado Islámico y contra la desigualdad y la corrupción de sus propias élites en sus relaciones con los británicos. En el caso de Nigeria, el haber unificado las zonas norte y sur bajo un mismo gobierno fue considerado una gran herejía, así que se enfrentaron a los británicos7. Pero la superioridad militar del ejército colonial británico y los acuerdos con los emires de las élites musulmanas del califato, para no interferir demasiado en sus asuntos, debilitaron la oposición de Mahdiyya aunque siguieron siendo una amenaza durante muchos años.
Tras la independencia de Nigeria en 1960, la principal inspiración de los movimientos islámicos nigerianos fue la Revolución Iraní de 1979. Durante los años 70’ fue creado el movimiento Maitastine8 por Alhaji Marwa Maitastine, que murió junto a más de 4.000 personas en unos disturbios contra las autoridades en la ciudad norteña de Kano, en 19809. Desde entonces, el grupo se hizo muy popular en el norte del país, donde encontró una sólida base para alimentar su lucha contra la occidentalización de la zona y por la recuperación del verdadero Islam. Aunque sus enfrentamientos con el gobierno llevaron a pensar que el grupo fue disuelto a principios de los 80’, un informe del Centre for Democratic Research and Training demostró que Maitastine había seguido operando, casi en silencio, durante muchos años en Nigeria10. Durante este tiempo de relativa calma, porque siguió habiendo enfrentamientos armados, grupos como la Muslim Students’ Society of Nigeria (MSS), el Islamic Movemen of Nigeria (IMN) o los Hermanos Musulmanes, junto con militantes intelectuales, se encargaron de introducir las ideas islamistas en las instituciones educativas del norte. Al mismo tiempo, hicieron un gran esfuerzo por tratar de incorporar la ley islámica (Sharia), lo cual consiguieron en 199911 en doce estados del norte después de perder las elecciones de ese mismo año, que se decantaron por el cristiano yoruba Olusegun Obasanjo.
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ESTADOS NIGERIANOS QUE HAN ASUMIDO LA SHARIA (azul)
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