Este calido recibimiento contrasta con las tensas relaciones que George Bush y Juan Pablo II mantuvieron en el pasado a raíz de la guerra de Irak. El predecesor de Benedicto XVI fue uno de los líderes mundiales que criticaron de forma más contundente la invasión ilegal de Irak.
“Valores morales y fundamentales”
Con tanta hospitalidad, Benedicto XVI quería agradecer a George W. Bush su férrea defensa de los “valores morales y fundamentales”. El presidente de Estados Unidos es un ferviente defensor de la familia tradicional y el aborto, dos puntos esenciales para la jerarquía católica.
Críticas
Sin embargo, diferentes sectores de la Iglesia han criticado el trato de favor recibido por Bush. Son muchos los prelados del Vaticano que han lamentado, bajo un “férreo” anonimato, el excepcional recibimiento dado a un líder que desoyó las exhortaciones papales contra la guerra y a favor de la paz.
Aclaraciones
Ante las críticas recibidas, el diario del vaticano, L´Osservatore Romano, aclaró que se trató sólo de un gesto de cortesía. Varios cardenales también se vieron obligados a descartar públicamente que con este encuentro el Papa pretenda dar un apoyo a las decisiones políticas de Bush.