Durante la apertura de la LIV Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana a la que asistió el Papa Benedicto XVI, el Santo Padre llamó a los obispos a que continúen con su labor en defensa de la vida humana y la “promoción del papel de la familia en la sociedad”. Asimismo, se refirió al referéndum sobre la fecundación asistida que se celebrará los próximos 12 y 13 de junio en Italia, al que la Iglesia se opone. En este sentido, Su Santidad expresó que “un ser humano no puede nunca ser reducido a un medio, sino que es un fin, como enseña Cristo y como dice la razón humana”.
El referéndum decidirá sobre varios aspectos controvertidos de la ley de fecundación, que los sectores laicos consideran “muy restrictiva” al prohibir las donaciones de semen ajenas a la pareja y la investigación sobre los embriones. Por esta razón, los obispos han hecho un llamamiento a la abstención para expresar su oposición a una ley que, a su juicio, contradice los fundamentos humanos y morales de la civilización.
El Papa agradeció por ello ante la Conferencia Episcopal Italiana su “compromiso” para “iluminar y motivar la elección de los católicos y de todos los ciudadanos sobre el referéndum sobre la procreación asistida”. Después de afirmar que “no trabajamos por intereses católicos, sino para el hombre, criatura de Dios”, subrayó el Papa que la defensa de la familia “es una cuestión neurálgica que requiere la mayor atención pastoral”. En el caso de Italia, añadió, el país “está expuesto en el actual clima cultural a muchos riesgos y amenazas que todos conocemos; a la fragilidad de las uniones se suma la tendencia a contestar el carácter único del matrimonio entre hombre y mujer”.
El Papa recordó a su antecesor, Juan Pablo II, e hizo alusión a su postura en defensa de la vida y la familia, antes de pedir a los obispos de Italia que prosigan la labor que han realizado hasta ahora “para que la voz de los católicos esté siempre presente en el debate cultural italiano”. En Italia, al igual que en el resto de Europa, añadió, está presente una forma de cultura “basada en una racionalidad puramente técnica, que tiende a excluir el cristianismo”. Sin embargo, continuó, en Italia “su hegemonía no es total ni deja de ser cuestionada; de hecho también entre los no creyentes hay quien advierte que tal forma de cultura mutila el hombre”.
El mensaje del Papa se produjo tras el discurso del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Camillo Ruini, que también recordó a Juan Pablo II y su especial vínculo con Italia y reiteró el llamamiento a la abstención en el referéndum sobre la fecundación asistida.