Batzarre ha apostado por revisar la relación entre las instituciones públicas y la religión en este «tiempo del cambio».
Según ha expresado la formación vasquista en un comunicado, «avanzar en una nueva cultura institucional más laica y republicana resulta importante si queremos modernizar las instituciones y acercarlas a la sociedad del futuro».
Por todo ello, cree que «el cambio político debe servir también para renovar determinadas prácticas institucionales entre las que se encuentra la revisión de la relación entre la religión y las instituciones públicas».
Batzarre ha abogado por llevar a cabo este proceso «poco a poco, para que no sea visto como una agresión por parte de la sociedad» pero, afirma que «profundizar en el laicismo» debe ser también «parte del cambio».
«Es cierto que hay problemas mucho más importantes que resolver, pero siendo eso cierto, no debe hacernos posponer este debate, que hay que abordarlo con respeto pero también con coherencia», han señalado desde la formación. «No puede ser que los ayuntamientos participen como tal en procesiones religiosas, que el Parlamento siga recibiendo a San Miguel de Aralar o que algunos plenos municipales estén presididos por crucifijos», han añadido.
Para Batzarre «resulta positiva la revisión del papel de las instituciones en este tipo de eventos, que no deben ser inmutables en el tiempo, porque la sociedad y las fuerzas del cambio debemos repensar desde la iconografía, los rituales y demás costumbres hasta como queremos que las instituciones salgan a la calle.»
Batzarre ha aclarado que «la laicidad no es la hostilidad a la religión como opción espiritual particular, sino la afirmación de un Estado de carácter universal, en el que la ciudadanía podamos reconocernos, es decir, de que todos y todas nos sintamos representados». «El principio laicista propone el respeto y la protección de la conciencia libre del individuo y de su privacidad, evitando de la res publica toda pretensión de instaurar en ella un régimen normativo privilegiado en favor de cualquier fe religiosa que aspire a institucionalizarse», han concluido.