La presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, pidió a Santa María la Real ser «capaces de generar las condiciones que permitan que muchos ciudadanos que hoy no tienen acceso a un puesto de trabajo encuentren un empleo». Posteriormente, entrego al arzobispo de Iruñea, Francisco Pérez, una aportación para el mantenimiento del culto a la virgen, como realiza el Gobierno navarro desde hace 67 años.
Barcina accedió a la Catedral con el acompañamiento de maceros, rey de armas y alguacilillos mientras se escuchaba un repique de campanas y el Himno de Nafarroa.
En su petición a Santa María la Real, Barcina hizo especial hincapié en los jóvenes, «sobre los que recaen más duramente las consecuencias de la difícil situación que atravesamos».
Además, abogó por que «siga floreciendo la solidaridad, cesen las guerras y las persecuciones y el diálogo y el entendimiento sean las únicas armas que se utilicen» para lograr la paz, la justicia y el respeto a los derechos.
La presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, realiza la ofrenda al arzobispo Francisco Pérez. (PATXI CASCANTE)
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