Un estudio revela que en 32 de los 198 países analizados se produce una grave violación de los derechos de quienes se declaran ateos
El informe considera a España un sistema discriminatorio hacia quienes no profesan una religión debido a aspectos como el ámbito educativo
La mitad de la población española se declara abiertamente religiosa, frente a un 38% que dice no serlo y un 9% que se confiesa atea