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Así se enseña Religión en otros países de Europa

En la mayoría se oferta la asignatura, bien como opcional u obligatoria con posibles exenciones, y la nota tiene efectos académicos, aunque no en todos cuenta para la media

1.- Descreencia y fenómeno cultural

La Lomce ha vuelto a situar a la asignatura de Religión en el ojo del huracán. La reforma educativa aprobada por el Gobierno asocia en la educación obligatoria una asignatura alternativa de «Valores sociales y éticos» para los alumnos que no la cursen, de forma que las calificaciones de una u otra hagan media con el resto de las materias y cuente como cualquier otra a la hora de pasar de curso. «Puntúa en la evaluación continua y forma parte de la media, como la «asignatura espejo», pero no entra en las evaluaciones nacionales», explicaba a ABC el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, horas después de que el Consejo de Ministros diera el visto bueno al proyecto de ley.

«Estamos obligados a cumplir los compromisos internacionales, el tratado con la Santa Sede de 1979, además de hacer lo que la inmensa mayoría de los estados de la UE, que contemplan la oferta obligatoria de una asignatura de Religión, con rango evaluable, y que quienes no la cursen deban cursar otra, de manera que elegir Religión no sitúe a los alumnos en una posición desfavorable. Eso es estrictamente lo que hemos hecho», añadía Wert.

En los países de Europa analizados por los corresponsales de ABC se ofrece el aprendizaje de la religión mayoritaria en el país bien como una asignatura más del currículum obligatorio como en elReino Unido, Finlandia o Greciao como opcional con efectos académicos (Alemania y Bélgica) o facultativa sin que la nota cuente para la media (Portugaly en Italia en los cursos superiores).

Según datos actualizados por el Ministerio de Educación, la asignatura de Religión también es obligatoria actualmente en otros países europeos como Austria, Chipre, Dinamarca, Irlanda, Malta, Noruega, Rumanía, Suecia, Suiza y opcional en Andorra (sistema andorrano), Croacia, Eslovaquia, Holanda, Hungría, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Polonia o Ucrania. En la República Checa o en Bulgaria no existe la asignatura.

Sistemas educativos que antes ignoraban la religión han incorporado al currículo asignaturas con referencias religiosas. Es el caso de muchos de los antiguos integrantes de la URSS. En Rusiaes obligatorio cursar a los 10 y 11 años la de «Fundamentos de las religiones y la ética laica», escogiendo entre seis módulos la religión que se desee.

En Francia se aprobó reintroducir el estudio del «hecho religioso» con carácter obligatorio que debía comenzar a impartirse en 2012, pero la llegada al poder del socialista François Hollande dejó la asignatura en suspenso, por lo que la enseñanza de la religión sigue desterrada de la educación pública.

El catedrático de Educación Comparada de la UNED, José Luis García Garrido, aprecia una doble tendencia en la actualidad. «Por un lado existe una expansión de la descreencia religiosa, a la gente le importa menos, pero a su vez se está experimentando un renacimiento como fenómeno cultural necesario para entender la historia, el arte o la música de un país».

A juicio del experto en sistemas educativos, la reforma impulsada en España «no resulta muy innovadora» aunque «sí se ha puesto un poco al día» con respecto al resto de Europa al dar a la religión «carta de naturaleza como asignatura normal» y convertirla en evaluable, despojándola de una situación de «maría».

El caso de EE.UU.

Más allá de las fronteras europeas, García Garrido recuerda que en China está prohibida, pero señala a Japón como «el país quizá menos religioso del mundo» y ahora obsesionado con la moral. Tampoco en Estados Unidos existe en la educación pública, pese a ser uno de los más religiosos. «La Primera Enmienda de su Constitución prohíbe al Congreso aprobar ley alguna obligando o prohibiendo el libre ejercicio de una fe», explica María Picatoste, corresponsal de ABC en Nueva York. Ningún colegio público que reciba fondos federales, estatales o locales puede abordar materias relacionadas con una religión a menos que sea de manera neutral y objetiva. Sin embargo, los colegios privados tienen plena libertad para incorporarla a sus planes de estudio como deseen.

«Lo normal para una familia que desee que sus hijos aprendan su religión es apuntarlos a las clases que los centros religiosos de todos los credos ofrecen durante el fin de semana para niños y jóvenes de todas las edades», explica Picatoste. «No falta para nada enseñanza religiosa», añade García Garrido.

En el extremo opuesto se encuentran los países árabes, donde la religión islámica es «gravemente obligatoria» a juicio del catedrático de la Uned que concluye: «El único maximalismo religioso hoy en día se da en el mundo islámico».

2.- Finlandia: Una asignatura obligatoria más

En Finlandia, el país europeo más envidiado por su nivel educativo, se estudia Religión como una asignatura más obligatoria en los cursos que se corresponden con la Primaria y la Secundaria española y como tal cuenta para la media académica como las demás.

«A los finlandeses les parece una dimensión humana más que no se puede negar», asegura el psicólogo y pedagogo Javier Melgarejo, experto en el sistema educativo finlandés. «No existe esa lucha que hay en España», añade antes de explicar cómo los finlandeses creen que sin cultura religiosa no se puede entender su sociedad, el porqué de su historia, de su música o de su arte.

El contenido de la asignatura consiste en un conocimiento de la religión de su comunidad (luterana u ortodoxa) y unos rudimentos sobre el resto de las religiones. «Se explica la dimensión y el papel de la religión en su cultura y en su país, que es mucho menos confesional que España», resume el exdirector del colegio Claret de Barcelona.

A partir de lo que aquí sería 1º de la ESO, continúa Melgarejo, «se enseñan otras religiones para que puedan entender el mundo en el que viven porque quieren que sus niños sean el día de mañana ciudadanos globales».

La asignatura de Religión «no es una catequesis», añade el experto en la educación finlandesa. «Está enfocada a desarrollar la tolerancia y el conocimiento de la dimensión espiritual de la persona como un hecho natural». Aunque existen unos mínimos pactados con las iglesias luterana y ortodoxa, éstos «son muy mínimos», continúa.

El profesor «no es un religioso que viene al colegio de fuera, sino uno más del claustro, quizá su propio tutor», según el experto en el sistema finlandés, que resalta el hecho de que en las universidades públicas del país se enseña Teología.

«Los finlandeses ven normal dar Religión y les parecería extraño quitarla. Su historia, su música, su arte… surge de un contexto y si no, no se entiende», añade.

En los cursos superiores se imparte además una asignatura de Ética. Gracias a este sistema, Finlandia aparecía en un lugar destacado en el estudio que realizó la IEA al estilo de PISA valorando en este caso el componente ético y las actitudes cívicas de los alumnos europeos. A juicio de Melgarejo, «esto demuestra que una enseñanza de calidad implica, además de unas competencias altas en matemáticas, comprensión lectora o conocimiento científico, unos valores éticos y cívicos».

3.- Francia, a vueltas con el hecho religioso

Tras doscientos veinticuatro años de ausencia, la religión iba a ser reintroducida indirectamente en el sistema escolar francés. Así se aprobó en el mes de julio de 2006. Según un sondeo publicado por el vespertino católico La Croix, el 70 por ciento de los adolescentes estimaban que la enseñanza de la religión, en la escuela primaria y secundaria, «ayuda a vivir juntos, en comunidad».

La religión fue desterrada de la enseñanza pública francesa el mes de marzo de 1882, cuando Jules Ferry impuso el principio de laicidad, echando los cimientos de una escuela «pública, laica y republicana».

La enseñanza de la religión estuvo asegurada, sin embargo, por la enseñanza privada, esencialmente católica, subvencionada en distinta medida, desde entonces.

En 2002, el gobierno socialista de Lionel Jospin encargó un informe al ensayista Regis Debray, para volver a pensar el posible puesto de la enseñanza de la religión en la escuela pública. El antiguo guerrillero y compañero del Che Guevara, consejero de François Mitterrand, durante algún tiempo, redactó un célebre informe sugiriendo la reintrodución del «hecho religioso» en la enseñanza pública francesa.

Aquel informe aconsejaba la enseñanza del «hecho religioso» en la escuela pública. A juicio de Debray, el olvido e ignorancia de la religión podía tener consecuencias catastróficas para la cultura general y la memoria colectiva.

Debray se apresuró a subrayar que, a su modo de ver, «no se trata de reintroducir a Dios en la escuela, sino de desapasionar al debate y poner de manifiesto que la ignorancia del hecho religioso podría tener consecuencias muy negativas para la cultura general básica».

Un decreto del mes de julio de 2006 reintrodujo la enseñanza del «hecho religioso» en la escuela pública francesa, intentando ofrecer a los alumnos una «base común» de conocimientos históricos y religiosos. El estudio del «hecho religioso» en el modelo escolar francés no estaba consagrado únicamente a la religión católica, que ocupaba, sin embargo, la parte esencial de la disciplina. Los programas escolares incluían capítulos consagrados igualmente a la religión en Grecia, Roma y otras civilizaciones. Sin olvidar capítulos consagrados al judaísmo y el islam. La asignatura iba a comenzar a impartirse en 2012, pero su aplicación se suspendió con la llegada al Elíseo de François Hollande.

Prestigio más allá de sensibilidades

Esa base común de conocimientos globales, impartidos en la escuela pública, iba a completar la enseñanza de la religión católica en las escuelas privadas, que gozan de gran prestigio, más allá de las sensibilidades religiosas familiares.

Muchas escuelas e institutos católicos están frecuentados por hijos de familias laicas, judías y musulmanas, que consideran oportuno educar a sus hijos en grandes instituciones pedagógicas del Arzobispado de París. En varias de esas escuelas, en París, incluso se ofrece a los alumnos una dieta gastronómica adaptada a las convicciones religiosas musulmanas de algunos alumnos.

Según un sondeo publicado por La Croix, el 70 % de los adolescentes franceses estimaban que la enseñanza del «hecho religioso» les ayuda a vivir en comunidad. Otro 57 % afirmaba que esa enseñanza les ayuda a comprender la actualidad.

Por Juan Pedro Quiñonero, corresponsal en París

4.- Alemania, opcional con efectos académicos

En Alemania, la Religión es una asignatura ordinaria en el Sistema Educativo, con efectos académicos, y existe la opción de Filosofía, Ética, Valores, Normas y estudio libre tanto en escuelas privadas como en públicas.

Existen varios institutos donde los escolares reciben clases de religión «on demand», como la primaria pública Johannis de Osnabrück, en la que conviven judíos, cristianos y musulmanes. Según su director, la estrategia pedagógica –auspiciada por la comunidad judía, cristiana y musulmana– es fomentar el respeto entre ciudadanos de distintas confesiones, involucrando a los escolares en actividades que les permitan conocer tempranamente culturas religiosas distintas de la propia, los fundamentos de la fe de los otros, sus ritos y costumbres. En el colegio Johannis se respetan los días festivos del judaísmo, el cristianismo y el islam, y sus símbolos están a la vista en las instalaciones del centro.

Sin embargo, Renania del Norte-Westfalia será recordado como el primer estado federado de Alemania en introducir clases de religión islámica en sus colegios de manera oficial: se trata de un asignatura regular. Los niños y adolescentes musulmanes ya no tendrán que ir a la Escuela del Corán para recibir clases de religión islámica; las tendrán en sus colegios. Serán dos horas por semana en la que los escolares musulmanes tendrán los mismos derechos que sus compañeros cristianos y judíos. Es el primer paso de un largo camino en el que finalmente los niños musulmanes podrán recibir clases de religión islámica en todos los colegios alemanes.

Por José-Pablo Jofré, corresponsal en Berlín

5.- Reino Unido, la “Religious Education” es obligatoria

La asignatura de educación religiosa (Religious Education) es obligatoria en el Reino Unido desde los cinco años hasta los 18 en todos los centros mantenidos con dinero público. Los llamados «state schools» forman una red pública que incluye centros de educación primaria (4 a 11 años) y secundaria (11 a 18) laicos o no confesionales, centros de la Iglesia de Inglaterra, católicos y, en ciertos casos, de confesión judía, hindú o musulmana. La Educación Religiosa forma parte del currículum obligatorio según lo establece el ministerio de Educación para todo el país, y es una asignatura obligatoria para todos los alumnos.

Existe, sin embargo, un procedimiento para que los padres puedan solicitar la exención de su hijo o hija de la asignatura, pensado en las minorías religiosas.

Son las autoridades locales de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte las competentes para definir, en el marco general definido a nivel nacional, los contenidos de la asignatura, con flexibilidad para tomar en consideración el entorno cultural y religioso de cada centro. Los centros confesionales, que son en su mayoría anglicanos aunque con una fuerte presencia de los colegios católicos, definen su propio currículum religioso. Cada centro, además, regula el número de horas semanales dedicadas en cada curso.

El contenido de la asignatura debe basarse en el estudio de las grandes religiones y de los grandes líderes religiosos, pero el programa debe reconocer que «las tradiciones religiosas en Gran Bretaña son en su mayoría cristianas». Se deben enseñar también lo que la ley define como «otras religiones principales de Gran Bretaña», sin detallar cuáles son.

En líneas generales, el Reino Unido es una sociedad multicultural en la que el estudio del hecho religioso es asumido con normalidad -y no como un dilema entre la ética y la religión- por alumnos de todas las confesiones, o de ninguna.

Sin embargo, un informe reciente de un grupo de diputados advierte contra la disminución de la importancia de la Educación Religiosa en el currículum, después de que el ministro de Educación, el conservador Michael Gove, la haya excluido de los contenidos que se examinarán en el Bachillerato Inglés que quiere convertir en estándar del sistema educativo británico.

Los parlamentarios -miembros del grupo multipartito sobre la educación religiosa, y defensores por tanto de su importancia- denuncian que los recortes y la pérdida de importancia de la asignatura han llevado a que más de la mitad de los profesores de Educación Religiosa en primaria no sean especialistas. En un cuarto de los casos, según los diputados, la materia es impartida por profesores asistentes.

Por Borja Bergareche, corresponsal en Londres

6.- Italia: La hora de Religión es facultativa en los cursos superiores

La enseñanza de la religión católica en Italia está establecida mediante el Concordato firmado entre el Estado y la Iglesia católica. Prevé que en todas las escuelas públicas italianas se reserven lecciones semanales para la enseñanza de la religión católica: generalmente una hora y media en la escuela elemental, una hora para la enseñanza media.

La asistencia en la escuela media superior es facultativa. Para los estudiantes que no deseen frecuentar la hora de religión, pueden elegir actividades didácticas y formativas que la escuela debe ofrecer.

Los alumnos que deseen no frecuentar ni la hora de religión ni enseñanzas alternativas, pueden ausentarse de la escuela. En general, la hora de religión es la primera o última del día, lo que facilita a los alumnos esa facultad de elección.

Al final de curso se ofrecía un «juicio» sobre el aprovechamiento del alumno (óptimo, bueno, insuficiente), pero no se daba una nota que haga media con el resto de las asignaturas. Este tema ha sido siempre objeto de polémica. Diversos ministros han pretendido que la nota de religión hiciera media con el resto. En mayo del 2010, siendo ministra de Educación Maríastella Gelmini en el Gobierno de Silvio Berlusconi, el Consejo de Estado estableció que «si un alumno elige la enseñanza de la religión, en ese caso la asignatura se convierte en obligatoria y concurre por tanto a la atribución del crédito escolar».

Los profesores de la escuela media deben tener una licenciatura para dar clase de religión o estudios de teología en un seminario mayor. En la escuela elemental la enseñanza de la religión la pueden realizar profesores, sacerdotes y religiosas que tengan una cualificación reconocida por la Conferencia episcopal italiana.

Objeto de polémica

La enseñanza de la religión en la escuela pública italiana es objeto de polémica: católicos y también algunos intelectuales laicos como Umberto Eco consideran que el conocimiento de la Biblia y de la religión católica es importante porque forman parte del patrimonio histórico, cultural y artístico de Italia. En cambio, sectores laicos, y también en algunos ambientes religiosos, estiman que la enseñanza de la religión está en contraste con la laicidad establecida en la Constitución de la República italiana.

La Conferencia episcopal italiana reconoce una fuga lenta pero inexorable de alumnos de la clase de religión, a causa de la secularización de la sociedad y a la creciente presencia de estudiantes extranjeros. Señala que aproximadamente un 10% de los estudiantes se ausenta cuando comienza la clase.

Por Ángel Gómez Fuentes, corresponsal en Roma

7.- Gracia, clase obliagatoria de religión ortodoxa

La asignatura de religión es obligatoria para todos los niños y adolescentes durante la escuela primaria y secundaria en Grecia. Los temas de educación religiosa dependen del ministerio griego de Educación y Culto, en estrecha colaboración con la Iglesia Ortodoxa Griega.

Los niños cuyos padres han declarado que son de otra confesión (ya sea católicos, protestantes, judíos, musulmanes, etc.) están exentos de asistir a estas clases de religión pero tienen obligación de estar durante la hora de clase de religión estudiando otras cosas y reciben una nota. Únicamente en colegios privados católicos o judíos los niños católicos o judíos reciben instrucción religiosa sobre su propia confesión en las aulas. No existen colegios ortodoxos, dado que ni el clero ni los religiosos ortodoxos tienen escuelas propias.

La enseñanza de la asignatura de religión suele ser dos horas semanales hasta la clase final de secundaria y los profesores de esta asignatura tienen que haber terminado la carrera de Teología en las Facultades de Filosofía y Letras de las universidades griegas. No siempre son sacerdotes ortodoxos, con frecuencia son teólogos laicos, tanto hombres como mujeres.

Aunque la Iglesia Ortodoxa controla en teoría la enseñanza de la asignatura de religión, en la práctica no suele intervenir directamente en las escuelas, colegios e institutos, salvo casos excepcionales. Sin embargo, interviene en distintos comités del Ministerio de Educación y Culto para especificar el programa de estudios y aprobar cualquier cambio en el programa educativo.

La nota de la asignatura de religión se utiliza para las medias de cada año hasta el ultimo año de secundaria. La asignatura de religión no entra en el examen de selectividad que realizan los estudiantse para entrar en la universidad.

Por Begoña Castiella, corresponsal en Atenas

8.- Portugal: facultativa pero sin alternativa

La asignatura Educación moral y religiosa católicas (EMRC) es una materia facultativa en la enseñanza pública de Portugal. Los alumnos pueden optar por ella de forma libre, pero no existe otra alternativa, es decir, quien estudia religión tiene una mayor carga lectiva. Actualmente está en vigor el Concordato celebrado entre el Estado portugués y la Santa Sé en el 2004 donde consta el deber de la República Portuguesa de garantizar «las condiciones necesarias para asegurar, en los términos del derecho portugués, la enseñanza de la religión y moral católicas en los centros de enseñanza pública no superior, sin cualquier forma de discriminación».

El decreto ley nº 70/2013 establece el régimen jurídico para enseñar y organizar esta materia basado en el referido concordato. El Estado se encarga de asegurar su enseñanza en los centros públicos de la enseñanza básica y secundaria, pero la orientación de la misma es de exclusiva responsabilidad de la Iglesia Católica. A través de la Conferencia Episcopal Portuguesa elabora los programas que son enviados al Ministerio de Educación y Ciencia así como los manuales y el material didáctico necesario. También es la Iglesia quien se ocupa de la certificación e idoneidad de los docentes de la materia, sin necesidad de ser religiosos. Los profesores deben presentar sus candidaturas para impartir la asignatura de religión.

Esta asignatura forma parte del currículo nacional, y todos los centros tienen la obligación de ofrecerla a los alumnos. Los resultados obtenidos en esta materia no se tienen en cuenta para efectos de la media del alumno. Tampoco se realizan pruebas y exámenes nacionales para efectos de progresión o entrada en la enseñanza superior. No obstante, en el certificado de estudios consta la frecuencia y los resultados obtenidos en la evaluación de la asignatura.

Durante la enseñanza básica, que comprende tres ciclos y que va desde los 6 a los 14 años, se imparten 45 minutos por semana. Ya en la enseñanza secundaria, de los 15 a los 17 años, aumenta a 90 minutos semanales. Se organizan grupos con un número mínimo de 10 alumnos y en algunos casos está permitido juntar estudiantes de diferentes ciclos.

Una media del 40-45% de los alumnos de la enseñanza pública han cursado la asignatura de religión en los últimos años.

Por Belén Rodrigo, corresponsal en Lisboa

9.- Bélgica: opcional, cuenta para la media

En Bélgica existe el debate desde 1879, fecha de la primera «guerra escolar» provocada porque el ministerio de Educación decidió eliminar la asignatura de religión (católica exclusivamente entonces) y sustituirla por la de «moral no confesional». Aunque la obligación de impartir una u otra está escrito en la Constitución, la discusión no ha llegado a su fin. Por ahora los alumnos están obligados a elegir entre la asignatura de moral no confesional o el estudio de una de las cinco religiones reconocidas por el Estado (católica, protestante, ortodoxa, judía e islámica). Se estudia en Primaria y Secundaria, dos horas semanales y las calificaciones cuentan para la nota media.

Son las comunidades religiosas respectivas quienes escogen a los profesores, aunque los colegios tienen autonomía para aceptar a uno u otro.

La presión de los sectores laicos es cada vez más fuerte en contra de la asignatura de religión en la escuela pública, y específicamente en contra de la católica. Las fechas de las vacaciones se programan cada vez con más distancia del significado religioso de las mismas (el Viernes Santo no es fiesta o, según como caiga, tampoco el de Nochebuena (o solo medio día). Los signos religiosos están prohibidos en todas las escuelas públicas.

El tratamiento específico, sin embargo, resulta muy diferente en los colegios públicos, donde predomina el laicismo, y los privados, que suelen ser mayoritariamente católicos y tienen todavía una fuerte influencia en la sociedad belga.

El debate actual se centra en la posible sustitución de ambas asignaturas por una única de filosofía que englobe la «historia de las ideas religiosas», aunque jurídicamente resulta complejo y por el momento no se ha llegado a un acuerdo en la comunidad de lengua francesa de Bélgica.

En Flandes sí están más cerca de unificar en Secundaria las dos asignaturas en una denominada «concepción de la vida» (Lebensbeschowuelijke Wakken), que no se vincula formalmente con la clase de Filosofía.

Por Enrique Serbeto, corresponsal en Bruselas

10.- Rusia, obligatoria los “Fundamentos de las religiones y la ética laica”

En Rusia se estudia de forma obligatoria la asignatura llamada «Fundamentos de las religiones y la ética laica», compuesta por seis módulos: Fundamentos de la religión Ortodoxa, del Islam, del Budismo, del Judaísmo, de otras religiones mundiales y Ética.

Aunque se abordan todos más o menos por encima, el alumno debe elegir obligatoriamente uno de ellos para un estudio más profundo.

La asignatura se incluye en dos cursos (lo que en Rusia se llaman las clases cuarta y quinta), que cursan alumnos de 10 y 11 años respectivamente. Los primeros tienen 34 horas lectivas durante el curso y los segundos, 17 horas que imparten profesores que, por lo general no son clérigos, sino licenciados en pedagogía.

La nota obtenida cuenta para la calificación media.

Según un informe del Ministerio de Educación ruso, en el curso académico que acaba de terminar el módulo más elegido fue Ética, con el 42,7%, a continuación religión Ortodoxa, el 31,7%, luego otras religiones mundiales 21,2%, Islam 4%, Budismo 0,4% y Judaísmo 0,1%.

En las regiones multiconfesionales de Rusia, como Sarátov, hay quejas de los musulmanes que aseguran que, por razones de presupuesto, los colegios no siempre pueden tener un profesor para cada módulo y se da preferencia a la religión ortodoxa. Así lo atestigua Nina Lukashova, la representante en Sarátov del Defensor del Pueblo, en declaraciones al canal de televisión ruso TNT.

Por Rafael M. Mañueco, corresponsal en Moscú

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