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Argentina: El Obispado de San Justo persigue docentes por dar clases de educación sexual

Tras pronunciarse contra el aborto y codearse con la gobernadora Vidal y la intendente Magario por el consenso del ajuste social, el Obispado despidió a dos docentes por WhatsApp con el argumento de “reestructuración y desconocimiento de autoridad en el equipo directivo”

En los últimos días del 2018, una profesora y una bibliotecaria del Colegio Parroquial de San Justo fueron notificadas de su despido por medio de un mensaje de WhatsApp que las notificó sobre su desvinculación y por reestructuración de personal, de forma completamente arbitraria y discriminatoria. La medida fue tomada por el colegio, que depende del Obispado de San Justo, la capital del distrito de La Matanza.

Esta institución, sin embargo, no es la única que depende del Obispado, sino también todas las escuelas católicas de la zona, que si bien son de carácter privado, reciben un subsidio casi total por parte del Estado provincial. Quizás sea por esta razón que las ligazones con los políticos de turno por parte del Obispo, Monseñor Eduardo García, son bastante amplias, más allá de las ideologías.

García, quien fue ungido por Bergoglio en 2014 para ponerse al frente de la sucursal matancera de la Iglesia, fue noticia en los últimos meses debido a sus guiños con los distintos sectores del poder político: firmó un convenio con la gobernadora María Eugenia Vidal para realizar obras en el barrio Puerta de Hierro de Isidro Casanova y fue prácticamente obligado por los punteros y el Municipio a brindar una conferencia de prensa para defenderse del acuerdo con Cambiemos.

La presión por parte del peronismo se debe también a que las buenas relaciones del Obispo son extensivas a ese sector: hace tres semanas celebró en la Catedral la “Navidad de los Humildes” con la intendente Verónica Magario y con el Movimiento Evita, y tiempo antes, el prelado celebró una misa en conmemoración por el aniversario de la muerte de Perón. Sus palabras fueron categóricas al pronunciar que el movimiento peronista “fue una respuesta social y la genuina opción de cambio de la clase trabajadora argentina”.

La ceremonia se realizó en plena efervescencia de la marea verde, y por lo tanto el aborto también fue motivo de repudiables declaraciones por parte de García. Por si no quedaban dudas de su misoginia y repudio hacia las mujeres, afirmó ante la votación de la media sanción del Congreso que “es un día histórico que nos duele a todos los hombres de buena voluntad que luchamos por la vida. Es una nueva batalla que pierde nuestra Patria, dejando avanzar a la muerte. Busquemos por donde busquemos, el aborto es muerte; se condena a la pena de muerte a quien no puede defenderse”.

El monseñor también hizo gala de sus inclinaciones políticas: en noviembre se metió de lleno en la utopía peronista de “hay 2019” ante la crisis social del distrito al declarar que “el año que viene va a ser el momento de la verdad”. Como si la Iglesia no fuera parte de las políticas de ajuste mediante la distribución de la miseria que el gobierno, en complicidad con el peronismo, quieren descargar sobre las espaldas del pueblo trabajador.

Como si fuera encima un chiste de mal gusto, ante los despidos la CGT de La Matanza sacó un escueto comunicado por las redes sociales cuyo título roza el ridículo: “La Iglesia debe predicar con el ejemplo”. Como si no fuera ella misma, con el apoyo de sectores políticos, responsable de la subvención a escuelas privadas y por lo tanto un actor político presente en las injerencias del Estado. De todas formas, el “gesto” de alineación del sindicalismo local con el cuestionamiento al Obispado no es casual ya que son un actor de peso en el armado de las mesas de diálogo del municipio y tiene un buen diálogo con los gremios locales.

Es evidente que las preocupaciones del Obispado solamente son de tenor político: no es la primera vez que docentes sufren persecución gremial, e incluso hay antecedentes de despidos a embarazadas. A tono con su pronunciamiento en contra del aborto, la misoginia del Monseñor, responsable de la Diócesis de San Justo y de todas las escuelas privadas de la zona, se traslada de forma automática a dejar a mujeres en la calle, siendo ellas las principales víctimas de las políticas de ajuste que Cambiemos, el PJ y la misma iglesia consensuan ante la crisis social.

Los ataques ante la ESI, sin embargo, no son patrimonio exclusivo por parte de la Iglesia católica: hace unos meses, una docente de la escuela primaria 130 de Virrey del Pino fue escrachada por las redes sociales por su clase de ESI. Este hecho llevó que la comunidad se organizara y lo repudiara, mostrando una respuesta contundente.

Al respecto, Natalia Hernández, secretaria de la mujer y géneros de Suteba La Matanza señaló: “mientras millones de mujeres en el 2018 estábamos en las calles por nuestros derechos, el Obispo de San Justo se encargó de hacer declaraciones contra el aborto legal e impedir que se cumpla con la ESI en las escuelas a su cargo”.

Y encima ahora va por más, ya que discrimina y despide a las mujeres trabajadoras de la educación: por eso el camino es reforzar la lucha en las calles por todos nuestros derechos, y tenemos que empezar por poner en pie comisiones de mujeres en todas las escuelas.

Basta de privilegios para los curas, por eso apoyamos el proyecto de ley de Nathalia González Seligra y Nicolás del Caño de quite de privilegios a la Iglesia. Separación de la Iglesia del Estado ya!

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