El Vaticano afirmó este viernes que la decisión de algunos miembros del Parlamento alemán de no asistir al discurso que Benedicto XVI dará en el Bundestag es una cuestión de "comportamiento y de cómo en una asamblea parlamentaria se acoge a un invitado"

"El papa ha sido invitado oficialmente a pronunciar un discurso en el Reichstag por el presidente del Parlamento federal. El Vaticano no hace ninguna observación al anuncio de algunos parlamentarios de no asistir", dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Añadió que "se trata de un tema de comportamiento y de cómo los miembros de una asamblea pluralista acogen a una persona que ha sido invitada por la mayoría de la asamblea".

Lombardi, que presentó en el Vaticano el viaje de Benedicto XVI a Alemania entre los próximos días 22 y 25, el tercero que el papa Ratzinger efectúa a su país natal, precisó que el pontífice hablará en esa intervención "para los que asistan" y agregó que quienes no acudan "explicarán su decisión y los otros parlamentarios dirán lo que piensan de ese comportamiento".

Afirmó que "no todo el mundo tiene que estar de acuerdo con el papa" y, si el pontífice es acogido "con atención e interés por todos, estaremos encantados".

Lombardi recordó que es la primera vez que Benedicto XVI interviene en un Parlamento y lo hará en el de su país.

Parlamentarios de la oposición germana han anunciado que se proponen boicotear el discurso que el papa pronunciará el día 22, pocas horas después de llegar a Berlín y tras entrevistarse con la canciller alemana, Angela Merkel.

Varias decenas de parlamentarios, hasta un centenar de diputados del Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda, no asistirán a la sesión, señalaron esos partidos, al considerar que la intervención del jefe de la Iglesia católica contraviene el principio de la neutralidad religiosa del Bundestag (Parlamento).

El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y arzobispo de Friburgo, Robert Zollitsch, ha pedido que el papa sea recibido con la "hospitalidad, el respeto y la nobleza que se merece" y ha lamentado el boicot.

También el movimiento laico y colectivos homosexuales han convocado manifestaciones contra la visita de Ratzinger, quien además de Berlín irá a Erfurt y Etzelsbach, en la antigua Alemania del Este, y Friburgo.

El papa llegará a Berlín en la mañana del día 22 y, tras reunirse con el presidente federal, Christian Wulff, y con Merkel, visitará el Reichstag (el histórico edificio sede del Parlamento germano) y oficiará una misa en el Estadio Olímpico de Berlín.

El viernes 23 se entrevistará en la Nunciatura berlinesa con representantes de la comunidad musulmana y después se trasladará a la ciudad de Erfurt, donde se reunirá en el convento de los agustinos, en el que estudió Martin Lutero, con miembros del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana y participará en una celebración ecuménica.

Por la tarde se trasladará al santuario mariano de Etzelbasch, a unos 80 kilómetros de Erfurt.

El sábado oficiará una misa en la Domplatz de Erfurt y luego se trasladará a Friburgo, donde saludará a sus habitantes en la Munsterplatz y se reunirá con el excanciller alemán y promotor de la unidad Helmut Kohl.

En Friburgo se entrevistará con representantes de las iglesias ortodoxas, con los seminaristas católicos y con el consejo del comité central de los católicos alemanes (ZDK) y celebrará una vigilia con los jóvenes.

El domingo oficiará una misa en el aeropuerto turístico de Friburgo y, tras almorzar con los miembros de la Conferencia Episcopal Alemana, se reunirá con los jueces del Tribunal Constitucional Federal Alemán, para luego regresar a Roma.

En Alemania, según datos de la Conferencia Episcopal, hay 25,2 millones de católicos que representan al 30,7 por ciento de la población, cifra similar a la de los 24,5 millones de protestantes, de acuerdo con la Iglesia evangélica.