Como aquel 29 de agosto de 1942, cuando la nueva imagen del Patrón llegó por ferrocarril a Manzanares, la ciudad realizó este sábado, 75 años después, otra multitudinaria muestra de fe, devoción y cariño a Nuestro Padre Jesús del Perdón. Fue también una “reafirmación” de su patronazgo y del de la Virgen de Altagracia. Las imágenes de los dos patrones presidieron, juntas por primera vez, una eucaristía que llenó la plaza del Gran Teatro. El alcalde, Julián Nieva, aseguró que este día “quedará en la memoria por todo lo que el Patrón representa”.
“Los pueblos deben tener su historia, celebrarla y conmemorarla”. Así lo expresó el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, para quien esta conmemoración del 75 aniversario de la llegada de la imagen de Jesús del Perdón fue un día para la historia de la ciudad que los manzanareños recordarán toda la vida.
“Desde el Ayuntamiento hemos estado a la altura de nuestra responsabilidad por la importancia de la conmemoración”, indicó el alcalde en referencia a la colaboración municipal con los actos organizados por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón para celebrar la efeméride, dentro de la “estrecha y cordial” relación con ésta y con el resto de cofradías.
Julián Nieva encabezó la representación de la Corporación Municipal que acompañó en esta celebración tan especial a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón, cuyo hermano mayor, Rafael Ángel Huéscar, dijo que fue una reafirmación en su patronazgo y en el cariño de Manzanares tanto a su patrón, “icono de la ciudad”, como a su patrona, la Virgen de Altagracia.
A las ocho de la tarde, como hace 75 años, los actos comenzaron en la plaza de España, junto a la estación de ferrocarril. Como mantenedor, Emilio Lorente recordó lo vivido entonces, cuando el pueblo esperaba para conocer la nueva imagen de su Patrón, y lo comparó con lo que ahora ocurría, tres cuartos de siglo después.
Acompañada por la banda de música “Julián Sánchez-Maroto”, la imagen del Patrón –que de manera excepcional llevó el fajín original que le impuso el general francés Horaccio Sebastiani el Viernes Santo 31 de marzo de 1809- entró en la explanada de la estación entre los aplausos de los fieles y se situó junto a un escenario central desde el que Rafael Ángel Huéscar agradeció el acompañamiento de fieles, autoridades y hermandades, con presencia de todas las de la localidad y de otros puntos de la provincia.
En su discurso, Húescar dijo que Jesús del Perdón “borra sin reparo las etiquetas que nosotros mismos nos imponemos, fulmina las fronteras, disuelve las diferencias, y nos hace a todos iguales en presencia de Dios. Por ello es Patrón de todos los manzanareños”.
Mariani Callejas se refirió al orgullo de un pueblo cuando en junio de 1957 se nombró alcalde honorario a Jesús del Perdón.
Tras la interpretación por la banda de música del himno del Patrón, la procesión extraordinaria se dirigió por el Paseo de la Estación hasta la plaza del Gran Teatro. Jesús del Perdón estuvo precedido en este recorrido por representantes de las diferentes hermandades, con sus correspondientes estandartes.
Junto a la parroquia de la Virgen de Altagracia, en la plaza del Gran Teatro, aguardaba otra muchedumbre ante un altar presidido por la patrona y junto al que se situó el patrón en una imagen única. La multitudinaria eucaristía al aire libre se prolongó hasta pasadas las diez de la noche. La procesión extraordinaria siguió después por las calles Toledo, Morago y Empedrada, donde el patrón recibió una lluvia de pétalos de rosa.
Jesús del Perdón llegó al templo parroquial de la Asunción, al que entró mientras la banda interpretaba el himno de España. Aquí quedará a veneración de los fieles con motivo de su solemne novenario. El próximo 14 de septiembre volverá a salir en procesión en el día grande de Manzanares.