El líder de Al Qaeda, Aiman al Zawahiri, ha publicado sus "guías generales para la yihad", las primeras directrices estratégicas difundidas desde que asumió el control de la organización tras la muerte de Osama bin Laden, en las que defiende que la yihad se centre más en la difusión de las ideas islamistas radicales y evitar ataques contra los chiíes y creyentes de otras religiones.
Aunque el objetivo militar debe seguir siendo debilitar a Estados Unidos e Israel, Al Zawahiri ha destacado la importancia de la "dawa" o predicación de las ideas salafistas radicales, según recoge el documento, publicado el 13 de septiembre y verificado por la institución especializada en terrorismo SITE.
Así, ha pedido evitar atentados contra otras ramas del Islam, sin mencionar la chií, y contra cristianos, hindúes o sijs que vivan en tierras musulmanas. Ha pedido respeto para la vida de las mujeres y niños y contención con las mezquitas, mercados y gentíos de no combatientes.
Además, Al Zawahiri defiende que se evite iniciar nuevos conflictos más allá de donde es "inevitable" y ha citado expresamente países como Afganistán, Irak, Siria, Yemen y Somalia. "En lo que se refiere a atacar a las marionetas de América, es diferente en un sitio o en otro. El principio básico es evitar entrar en conflicto con ellos, excepto en los países en los que la confrontación es inevitable", argumenta Al Zawahiri.
Esta afirmación sería de especial importancia para la sección de Al Qaeda en el norte de África, que ha desarrollado recientemente una política de alianzas con otros grupos aprovechando la apertura política tras la Primavera Árabe de 2011. "Nuestra lucha es larga y la yihad necesita bases seguras", afirma.
En cualquier caso, Al Zawahiri aboga por "debilitar" a Argelia, escenario de una cruenta guerra civil entre islamistas y las fuerzas de seguridad en la década de 1990, y por extender la influencia yihadista por todo el Magreb y el África Occidental.
En cuanto a Pakistán, donde se cree que se oculta Al Zawahiri, éste ha defendido que "aspiramos a crear un refugio seguro para los muyahidines (combatientes) de Pakistán, que pueda ser utilizado para lanzar la lucha para la instauración de un sistema islámico". También ha destacado la lucha de los grupos islamistas contra los rusos en el Cáucaso, contra los indios en Cachemira y contra los chinos en Xinjiang.
Este planteamiento general refuerza las tesis de los grupos islamistas radicales que consideran que enfrentarse a Estados Unidos debilita la lucha contra los gobiernos de los países de mayoría musulmana.
En cualquier caso, la propia estructura de Al Qaeda propicia que los seguidores del grupo actúen de forma independiente aunque suscriban los preceptos generales de su dirección. "El eje del discurso de Al Zawahiri es la contención", ha explicado un experto de la Fundación para la Defensa de las Democracias, Daveed Gartenstein-Ross, a través de Twitter. "Parece que reconoce excesos", añade.
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