Al menos 40 personas han fallecido en la última semana como consecuencia de los choques étnicos y religiosos que se están produciendo en el noreste de India.
Este miércoles han sido localizados ocho cuerpos sin vida en los distritos de Kokrajhar y Chirang, los más afectados por un brote de violencia que ha forzado a unas 177.000 personas a abandonar sus hogares y a buscar refugio en campamentos habilitados por la administración.
"25 personas han fallecido en Kokrajhar hasta la fecha y 15 en Chirang", explicó a la agencia PTI el inspector general de la policía de Assam, L.R. Bishnoi.
Los choques se están registrando en una zona conocida como "la tierra de los bodos" y enfrentan por una cuestión territorial a miembros de esta comunidad étnica minoritaria con inmigrantes musulmanes llegados en las últimas décadas del vecino Bangladesh.
Según la versión oficial, los enfrentamientos comenzaron el pasado jueves tras un ataque a dos estudiantes musulmanes que fue respondido con el asesinato de cuatro rebeldes bodos.
"Hemos pedido al Ejecutivo regional que arreste a los líderes de los dos bandos para poner fin a la violencia", dijo hoy el secretario indio del Interior, R.K.Singh.
Varias columnas militares se han desplegado para ayudar a la policía en los distritos afectados, donde sigue en vigor un toque de queda.
También se han enviado fuerzas de seguridad a custodiar los trenes para posibilitar que se reanude el servicio ferroviario, paralizado desde el lunes en toda la región por protestas y sabotajes.
Las televisiones indias han mostrado imágenes de varias aldeas arrasadas por rebeldes de ambos bandos, con chozas humeantes y viviendas reducidas a escombros. Según la agencia IANS, al menos cinco poblados han sufrido este destino en las últimas 24 horas en la zona.
"La tierra de los bodos" es un territorio semiautónomo de Assam ubicado al norte del río Brahmaputra entre Bután y Bangladesh, que hace de puerta a un estrecho corredor que une el noreste de la India con el resto del país.
El noreste esta formado por siete pequeños estados con una gran diversidad étnica y lingüística en los que operan cientos de grupos insurgentes, la mayoría con aspiraciones soberanistas, aunque muchos se encuentran inactivos.
Miembros de la etnia de los bodos huyen de la violencia. | Afp
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