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¿Acaso no quieren los objetores de EpC que se les enseñe a sus hijos la Declaración Universal de Derechos Humanos?

Examinamos los «escandalosos» contenidos de Educación para la Ciudadanía

En algunas Comunidades Autónomas (en la valenciana, por ejemplo) ya circula el documento que deben cumplimentar los padres de los alumnos para ejercer la objeción de conciencia a la nueva materia de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos y al resto de materias vinculadas a ella (la Educación Ético-Cívica de cuarto curso de E.S.O. y Filosofía y Ciudadanía de primero de Bachillerato).

Muy escandalosos tienen que ser los contenidos que pretenden enseñar a sus hijos para que los padres, alarmados, apelen nada más y nada menos que a la objeción de conciencia y, por ello, a la conciencia misma, al tribunal más íntimo e inviolable de cada uno.

Vamos a verlo…
Así que bueno será conocer esos contenidos y analizarlos despacio, como sin duda los padres objetores habrán hecho minuciosamente.

Los contenidos
Según se publica en el Real Decreto 1631, de 29 de diciembre de 2006 (B.O.E. nº 5, de 5 de enero de 2007), los contenidos que deben ser explicados en alguno de los tres primeros cursos de la E.S.O. en la materia Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos estarán divididos en cinco bloques, uno de herramientas intelectuales (exposición argumentada de opiniones, diálogo, debates, análisis de información, etc.) y cuatro más de contenidos propiamente dichos, bajo estos títulos: 2. Relaciones interpersonales y Participación; 3. Deberes y Derechos Ciudadanos; 4. Las sociedades democráticas del siglo XXI; y 5. Ciudadanía en el mundo global.

¡Si están en la edad!
Que a alumnas y alumnos de entre doce y quince años se les haga reflexionar en un curso sobre las relaciones entre los humanos y sobre su participación en la sociedad como ciudadanos, no parece en principio muy disparatado. De hecho, es más o menos la edad en la que empiezan a salir solos, en grupos de edad, con sus amigas y amigos o todos juntos; es la edad en la que empiezan a experimentar sentimientos íntimos y sensaciones nuevas; esa edad en la que empiezan a tener iniciativas propias, personalísimas (frecuentemente rebeldes con parte de su entorno) de autoafirmación (sus modas, sus modales, sus “pintas”, su lenguaje, etc.).

Momento de dudas
Además, estos chicos están en una edad en la que se carece de experiencias y de conocimientos suficientes (por eso decía Aristóteles que los jóvenes son imprudentes por naturaleza, porque no saben elegir bien, aunque creen ya saberlo todo); es, claro, la adolescencia.

No son dañinos
Que precisamente a ellos, que creen estar estrenando el mundo cuando en realidad es el mundo es que les está estrenando a ellos, se les hable de Derechos y Deberes ciudadanos, tampoco parece muy insensato. Ni que se les hable de las sociedades democráticas del siglo XXI, que es más suyo que nuestro, y es el que van, no sólo a vivir, sino a configurar y construir cuando sean adultos. Ni que se les hagan ver las enormes consecuencias de este mundo para bien o para mal ya globalizado.

¿Dónde está el problema?
Ninguno de los epígrafes parece peligroso para la moral de nadie; ninguno parece que pueda violar la conciencia de ningún padre, de ninguna madre. Así que seguro que la clave tiene que estar el los temas concretos que se tratan en cada bloque: algo tiene que haber en ellos para que algunos padres se preocupen tanto.

Las relaciones personales
En el mismo B.O.E. citado se puede leer que el segundo de los bloques (recuérdese que el primero es únicamente de procedimientos) sobre Relaciones interpersonales y participación, “trata aspectos relativos a las relaciones humanas desde el respeto a la dignidad personal y la igualdad de derechos individuales, el reconocimiento de las diferencias, el rechazo a las discriminaciones y el fomento a la solidaridad”. Los temas concretos que pueden abordarse son las relaciones entre hombres y mujeres, la familia según la Constitución española, las actitudes no violentas, el cuidado de personas dependientes, la división social y sexual del trabajo, los prejuicios sociales –racismo, xenofobia, antisemitismo, sexismo, homofobia, etc.-, y la participación en el centro educativo.

Derechos Humanos
En el tercer bloque sobre Deberes y derechos ciudadanos, además del conocimiento de los principios “recogidos en los tratados internacionales”, se propone “la reflexión en el sentido de dichos principios, en la identificación de situaciones de violación de los derechos humanos y en la actuación correspondiente a los tribunales”. Y los temas sugeridos son la Declaración Universal de Derechos Humanos, su historicidad, la igualdad de derechos, la diversidad, los derechos de las mujeres, y la violación de los Derechos Humanos.

Sociedades democráticas
El bloque cuarto, sobre las sociedades democráticas del siglo XXI, incluye “contenidos relativos a la diversidad social actual y al funcionamiento de los estados democráticos centrándose en el modelo español”. Y en él se puede hablar sobre el Estado de Derecho, la Constitución española, el Estado de las Autonomías, la diversidad social y cultural, la convivencia entre culturas, el consumo racional y responsable, la protección civil y la circulación vial.

Ciudadanía
Y en el último de los bloques, el quinto, sobre Ciudadanía en el mundo global, se abordan “algunas características de la sociedad actual: la desigualdad en sus diversas manifestaciones, el proceso de globalización e interdependencia, los principales conflictos del mundo actual, así como el papel de los organismos internacionales en su prevención y resolución”. Y, básicamente, además de la propia globalización y de la lucha contra la pobreza, se trata de hablar sobre los esfuerzos para la paz de las organizaciones internacionales, las Fuerzas Armadas y los propios individuos.

¿Por qué se objeta entonces?
¿Cuál de estos temas les hará objetar? ¿todos? ¿alguno en concreto? ¿Será que viola su conciencia que se les hable a sus hijos del papel de las Fuerzas Armadas en favor de la paz? ¿Será que va contra su moral que se les informe sobre la Constitución española? ¿Será que su conciencia no admite que se les enseñe a sus hijos la Declaración Universal de Derechos Humanos? ¿Será que les repugna moralmente que sus hijos reflexionen sobre la familia según la Constitución o sobre los prejuicios sociales?

Como “sociales” o “natus”
No sé. Me preocupa esto porque algunos contenidos de los currículos de Historia (Sociales, como dicen los chicos) son similares a éstos. Y algunos de Ciencias Naturales (de “Natus”) sin duda son bastante sensibles (incluso se habla de sexo en ellos). Así que cualquier día objetan sobre ellas.

¿Hacia dónde vamos?
Por cierto, en algunos Estados de los Estados Unidos de Norteamérica se han eliminado de los contenidos mínimos los referidos a las Teorías de la Evolución. A cambio, se ha incluido la llamada teoría del “Diseño Inteligente”, una versión actualizada y arropada en lenguaje científico de la quinta Vía de Tomás de Aquino. Todo se andará.

Jesús Pichel Martín es profesor de Filosofía

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