No estoy muy seguro de que el ahora ministro R. Gallardón, un señor que cuando era el alcalde de Madrid perecía ser de estos tiempos, conozca ahora que vivimos en el siglo XXI. Parece, ¡por Zeus!, que el Gobierno del PP va a aceptar que la malformación del feto sea motivo legal para poder abortar. No sé si lo he entendido bien, pero que una mujer embarazada, la única que debe decidir si aborta o no lo hace, de un feto con malformaciones constatadas por la medicina moderna y sus aparatos técnicos también modernos, no estaba contemplado en el anteproyecto de Ley del PP que fuese motivo legal para poder abortar. Oiga: ¿Y conocido que el feto tiene malformaciones que son congénitas, se condena a los padres a padecer un hijo de suma enfermedad por la vida de éste? Oiga: ¿Y esto es caridad cristiana porque lo manda la Iglesia Católica, Apostólica y Romana? Oiga: ¿No es más humano quitar los sufrimientos al hijo y a los padres? La doble moral es asesina y tiene una malaleche sanguinaria. Y no se debe de abortar por abortar alegremente, y porque existen métodos para copular sin que se acabe el mundo.
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