Un estudio de la Universidad Abat Oliba muestra que el porcentaje de católicos en España cae un punto por año
“Existe una progresiva reducción de quienes se consideran a sí mismos católicos y de los católicos practicantes, a un ritmo de aproximadamente un punto porcentual por año”. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por la Universidad Abat Oliba CEU sobre la religiosidad en España.
El estudio ‘Perfiles de la situación de la religión en España’ (marzo 2011), elaborado por el Instituto de Estudios del Capital Social (INCAS), muestra también que “los católicos que nunca van a la Iglesia han superado la mitad y se acercan al 60%”, así como que “la importancia de la religión en la vida de las personas es, en general, baja”.
Al mismo tiempo, advierte de que “la confianza en la Iglesia ha disminuido del 5º al 10º lugar desde 1987” y “en la actualidad ocupa uno de los últimos lugares” en el ranking de confianza en las instituciones. De hecho, “España se sitúa en el grupo de países menos religiosos” de Europa.
Sin embargo, “la Iglesia está bien valorada en su dimensión social y solidaria” y “la mayoría de la población sigue valorando mucho los beneficios de la religión para proporcionar paz interior, consuelo, hacer amigos y conocer a gente adecuada”, añaden las conclusiones.
El estudio del INCAS se presenta como “una radiografía cuantitativa que puede ayudar a entender, junto con otros tipos de aportaciones, la actual realidad religiosa española”, así como “su tendencia y algunas de las causas centrales que las originan”. Los datos han sido elaborados a partir de las series de encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Un punto porcentual menos por año
Una primera cuestión que analiza el estudio es la evolución que ha seguido a lo largo de los años la autodefinición religiosa, es decir la de aquellas personas que se definen como católicos.
En 1965 hasta un 98% se definía como católico, una cifra que se redujo hasta el 85% veinte años después. En 2002 el porcentaje se había reducido al 80% y en ocho años descendió nueve puntos porcentuales más, pasando del 80% al 71% en 2010, como se puede observar en el siguiente gráfico, reproducido a partir de los datos del CIS recogidos en el informe del INCAS.
Así, en los últimos ocho años, el porcentaje de personas que se definen católicas cayó a un ritmo de más de un punto porcentual por año.
El 2,4% se definen como miembros de otras religiones, mientras casi el 17% dicen ser no creyentes (ateos o agnósticos). Los datos del CIS no permiten diferenciar entre ateos, agnósticos o indiferentes.
Casi un 60% nunca va a misa
También se han reducido a un ritmo cercano a un punto porcentual por año los católicos practicantes que van a la Iglesia en un sentido amplio, o sea sumando quienes van casi cada domingo o más a misa y aquellos que lo hacen alguna vez al mes.
Si hace 20 años (1990) eran un 43% quienes asistían a misa en un sentido amplio, en 2010 fueron un 27%, con lo que se perdieron 16 puntos porcentuales, como se ve en este segundo gráfico.
Por su parte, los católicos practicantes en términos estrictos son actualmente un 17%, mientras que aquellos que nunca van a la Iglesia han superado la barrera de la mitad y se acercan al 60%
Se reduce la confianza
Otra cuestión analizada en el estudio de la Universidad Abat Oliba es la confianza de los encuestados en las instituciones. De entre un total de 12 instituciones analizadas, la Iglesiase sitúa en el puesto 10, con una puntuación media de 3,68 en una escala de 0 a 10, teniendo en cuenta que 0 significa ninguna confianza y 10 mucha confianza.
Por detrás, sólo el Gobierno (3,52) y los partidos políticos (2,88), en ultimo lugar. El primer puesto lo ocupan las Fuerzas Armadas (5,71), seguidas de la Monarquía (5,36), el Defensor del Pueblo (4,64), los medios de comunicación (4,58), el Gobierno de su Comunidad Autónoma (4,41), el Parlamento de la Comunidad Autónoma (4,35), el Tribunal Constitucional (4,32), el CGPJ (4,13), y el Parlamento (4,01).
Entre los menos religiosos de Europa
El apartado dedicado a la importancia de la religión en la vida de las personas muestra que ésta queda descolgada de aquellas cuestiones que se consideran importantes.
La mayoría de temas propuestos: salud (9,68), familia (9,63), trabajo (8,66), amigos y amigas (8,16), y bienestar económico (8,13) están por encima de 8, en una escala de 0 a 10. El tiempo libre está algo más bajo (7,80), y a mucha distancia están la religión (4,52) y la política (3,97).
Esa cierta desafección hacia la religión en España se hace también evidente cuando se contrasta la religiosidad subjetiva declarada en España con la de nuestros vecinos europeos, según los datos del European Social Survey (2002-2003).
Como se ve en el cuadro de la izquierda, en el que las cifras son las medias en las escalas de autodefinición de religiosidad, en las cuales 0 representa no ser en absoluto religioso y 10 implica ser muy religioso, España (4,4) se sitúa en la franja de países europeos poco religiosos, “sin comparación posible con Polocia (6,6), Italia (6,1), Irlanda (5,8) o Portugal (5,7)”, destaca el estudio.
Otra cuestión analizada en el informe del INCAS es sobre la transmisión de la fe, y “existe una importante caída en la práctica religiosa” en este sentido. Así, mientras un 66% de los encuestados responden que cuando tenían 11 ó 12 años asistían a misa u otros oficios religiosos como mínimo una vez a la semana, esa cifra se reduce ahora hasta el 17%.
El perfil en España
El estudio del CIS de octubre de 2008 permite al INCAS trazar en su estudio, en síntesis, un perfil de la religiosidad en España con los siguientes datos:
– Cree en Dios de forma genérica un 69% de los encuestados y “una mayoría absoluta modesta (57%) cree en un Dios personal y es seguidor de una religión”.
– “El 42% es religioso o muy religioso. Un 22% rezan una o varias veces al día”.
– “El 39% se sitúa en el marco de referencia católico por su creencia en la vida después de la muerte, en el Cielo, el Infierno, y los Milagros, si bien una mayoría cree que la religión da consuelo (79%), paz interior (62%), permite hacer amigos (55%) y conocer a gente adecuada (44%)”.
– “Pero la creencia en la reencarnación alcanza el 20% y un 23% cree en el poder sobrenatural de los muertos”.
La religión, mal vista, pero…
El estudio muestra también una serie de preguntas cuyas respuestas vienen a constatar que “la religión está mal vista”:
– Las autoridades religiosas no deberían intentar influir en lo que la gente vota (81,5%); ni en las decisiones del Gobierno (78,5%).
– Aceptaría como candidato de mi partido a alguien con opinión diferente o muy diferente sobre la religión (81%).
– Los creyentes son, a menudo, intolerantes con los demás (60,5%).
– Observando el mundo, las religiones son más una fuente de conflictos que de paz (56%).
Sin embargo, en contraste con estos porcentajes en las respuestas, “la Iglesia está bien valorada en su dimensión social y solidaria”, aunque “no ha conseguido asociar esta dimensión con la más específicamente moral y religiosa”, dice el estudio.
Al mismo tiempo, “la mayoría de la población sigue valorando mucho los beneficios de la religión para proporcionar paz interior, consuelo, hacer amigos y conocer a gente adecuada”, aunque “este sentido difuso no ha cristalizado lo suficiente en relación a la percepción de la Iglesia”, agrega.
Al mismo tiempo, otra serie de respuestas de los encuestados contrasta también con el hecho de que la religión esté mal vista. Cuando se pregunta si el crucifijo supone un motivo de conflicto en los colegios, un 68% responde que no y sólo un 18% dice que sí.
Si se pregunta si los símbolos religiosos ofenden a quien no practica una religión, un 66% dice que no y un 19,5% que sí.
Otro tanto sucede cuando la pregunta es si se está de acuerdo en eliminar lossímbolos navideños, como los belenes, de los colegios: el 64% está en contra y el 23,5% de acuerdo.
¿Eliminaría el crucifijo de las aulas?, dice la última pregunta. La respuesta es que no en un 68% y dicen de eliminarlo el 18%.
Archivos de imagen relacionados
