Benedicto XVI y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conversaron hoy sobre la construcción de la paz mundial y los valores de la familia, pero eludieron abordar el tema del aborto. Así lo informó una portavoz de la Iglesia brasileña, en declaraciones a periodistas luego del encuentro realizado en el Palacio de los Bandeirantes, sede de la gobernación del estado de San Pablo.
En cambio, según la embajadora en el Vaticano, Vera Machado, el presidente le ratificó al pontífice que su país seguirá siendo un Estado laico. Además, siempre según Machado, le informó sobre el desarrollo de la agricultura familiar en Brasil a partir del desarrollo de los biocombustibles y la posibilidad de implementar esa producción en Africa.
Benedicto XVI se reunió en el Salón de los Despachos con Lula y la primera dama Marisa Leticia, luego de ser recibido a la entrada del palacio por el gobernador José Serra y su esposa Mónica, flanqueado por una escolta militar de honor.
Según las autoridades se trató de una ceremonia protocolar en la que Benedicto XVI fue recibido como jefe de estado y no como dirigente religioso. Y si bien la reunión fue a puerta cerrada, Lula había anticipado antes de la llegada del pontífice a Brasil que se proponía informarle sobre las políticas sociales implementadas por su gobierno en beneficio de los pobres.
Luego de la conversación en privado con el presidente y la primera dama en el Salón de los Despachos, del segundo piso, el Papa y sus anfitriones bajaron al primer piso para apreciar una exposición de arte de motivos sagrados.