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Cardenal Scola: «Un Estado laico no puede producir ciudadanos morales»

«El Estado laico no puede producir ciudadanos morales», advirtió ayer el cardenal de Venecia, Angelo Scola, durante la presentación, en la Universidad CEU San Pablo de Madrid, de su último libro, «Una nueva laicidad» (Encuentro) en el que desbroza, desde una perspectiva cristiana, el vertiginoso paso de una sociedad moderna a la postmodernidad.

Durante un encuentro en el aula magna de la citada universidad, el patriarca de Venecia reivindicó la «utilidad social de la Iglesia», reclamando a los católicos «entrar en el debate público de la sociedad civil».

Para Scola, «la Iglesia en España, en toda Europa, tiene hoy un papel fundamental, tanto en la educación como en la familia», que en muchas ocasiones habrá de chocar con los vientos de una laicidad que, en sus extremos, puede ser confundida con actitudes «antirreligiosas».
Y es que, como recordó el purpurado italiano, «el Estado, como institución, es laico, pero no puede ser neutral», mientras que las religiones, en contrapartida, «no se deben neutralizar como sujetos públicos», sino «entrar a discutir» en el interior de las sociedades en las que se insertan.
El relativismo
En este punto, Scola reconoció la «debilidad de las posturas católicas» en las sociedades occidentales, marcadas por el relativismo y el olvido de Dios. «El hombre europeo es un hombre de paja», añadió.
En el libro, el cardenal de Venecia realiza un somero repaso acerca del papel de la conciencia religiosa en las sociedades laicas, sin dejar de lado lo que denomina «dolores de parto de la cultura contemporánea».
Así, Angelo Scola plantea sus ideas sobre el medio ambiente, la eutanasia, el progreso, la educación, las relaciones sexuales, el descanso, la paz o la inmigración. Sobre este aspecto, el cardenal abogó por un «mestizaje de civilizaciones» que, según dijo, «no es una teoría, sino un hecho» en las sociedades europeas.
El volumen no olvida las relaciones entre las religiones y la política, así como los distintos modos de llevar a cabo la misión política. La visión de Estado, la sociedad civil y el presente y el futuro de Europa también tienen cabida en esta compilación.
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La iglesia católica sigue pensando que la moral es un patrimonio suyo que va ligado a lo religioso, como si quienes apostamos por la no injerencia de la religión en la política fuésemos inmorales.
El propio texto ya es suficiente comentario de sus opiniones.

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