Temían que los niños rechazaran a Dios y se fueran al lado oscuro
Que el fundamentalismo religioso de George W. Bush había marcado su política es de sobra conocido. Ahí están el amparo a las enseñanzas creacionistas en las encuestas o la inclusión continua de Dios en sus discursos, (de lo que también peca Obama). A esto, ahora se añade el rechazo de Bush a premiar a la creadora de Harry Potter por “alentar la brujería”.
Según desvela uno de los ex escritores de discursos para Bush, Matt Latimer, en un libro sobre aquella época en la Casa Blanca, la derecha estadounidense temía que las historias de J. K. Rowling sobre un mago adolescente alentaran a los niños de EEUU a rechazar a Dios y tomar el camino del lado oscuro.
¿El lado oscuro?
Con estos miedos, más propios de un personaje de La Guerra de las Galaxias que del hombre más poderoso del mundo, Bush se negó a dar la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil, a la escritora J. K. Rowling.
“Alentar la brujería”
Este premio se entrega por contribuir a los intereses nacionales de EEUU, la paz mundial o las artes. Sin embargo, Bush no creyó necesario dárselo a alguien que podía “alentar la brujería”, a pesar del reconocimiento que Rowling ha recibido por haber fomentado la lectura entre los menores.
Azores contra Potter
En uno de sus últimos actos como presidente del Gobierno, Bush sí se la entregó a Tony Blair, ex primer ministro británico que le apoyó, junto con Aznar, en la guerra de Irak. En este caso, la foto de Las Azores debió de contribuir más a los intereses de EEUU que Harry Potter.