El Vaticano defiende al pontífice de las acusaciones de encubrir casos en EEUU
El papa Benedicto XVI ha vuelto a condenar el aborto y ha obviado mencionar los escándalos de pederastia que afectan a la Iglesia durante la Misa Crismal, que da inicio a los días más intensos de la Semana Santa católica.
Según el pontífice, los cristianos deben cumplir con el derecho, "pero que no deben aceptar las injusticias aunque sean consideradas como derecho, por ejemplo, cuando se trata del asesinato de niños inocentes aún no nacidos".
La Misa Crismal marca el comienzo del Triduo Pascual y durante la misma el Papa bendijo los Santos Oleos que se usarán durante todo el año y los varios miles de sacerdotes presentes en la basílica de San Pedro renovaron sus promesas sacerdotales (pobreza, castidad y obediencia".
El Papa manifestó que los sacerdotes están llamados a ser hombres de paz y a oponerse a la violencia. Y que los cristianos tienen que ser personas de paz, ya que Cristo no triunfa por medio de la espada, sino por medio de la cruz, "vence superando el odio, vence mediante la fuerza más grande de su amor".
"La cruz de Cristo expresa su 'no' a la violencia", agregó el Papa que afirmó que los cristianos están llamados a oponerse a la violencia y como buenos ciudadanos, respetar el derecho y hacer lo que es justo y bueno.
"Consiste en que rechazan lo que en los ordenamientos jurídicos vigentes no es derecho, sino injusticia. Es importante que los cristianos cumplan el derecho, que es el fundamento de la paz, pero también es importante para los cristianos no aceptar una injusticia, aunque sea considerada como derecho, por ejemplo, cuando se trata del asesinato de niños inocentes aún no nacidos", afirmó.
Defensa de Ratzinger
El Vaticano ha atacado el artículo de ayer de The New York Times sobre los delitos de abusos sexuales por parte de sacerdotes, rechazando las acusaciones de un posible encubrimiento de un caso de abusos a 200 niños sordos por parte de Joseph Ratzinger antes de ser elegido Papa.
En un escrito, el cardenal estadounidense William J. Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y sucesor de Ratzinger en el cargo, considera que el artículo está plagado de "inexactitudes" y defiende el papel del actual pontífice a la hora de denunciar los casos.