El purpurado dice que Pican, condenado a tres meses de cárcel por encubridor, recibió la noticia en secreto de confesión
El cardenal Darío Castrillón, que en 2001 felicitó por carta al obispo Pierre Pican por no denunciar a un sacerdote que finalmente fue condenado a 18 años de cárcel por pedofilia, aprovechó la conferencia que impartió el viernes en Murcia para explicar los motivos de la felicitación y revelar, de paso, que este 'reconocimiento' del máximo responsable de los sacerdotes en todo el mundo contó con el visto bueno de Juan Pablo II. "Os felicito por no haber denunciado a un sacerdote a la administración civil. Lo has hecho bien y estoy encantado de tener un compañero en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los obispos del mundo, habría preferido la cárcel antes que denunciar a su hijo sacerdote", afirmaba la carta que Castrillón, de 81 años, remitió a Pierre Pican, condenado a tres meses de cárcel por encubridor.
Pocos minutos después de comenzar su intervención, centrada en las claves del sacerdocio durante el pontificado de Karol Wojtyla, Castrillón aseguró que el obispo "no lo denunció -al abad pedófilo Rene Bissey- porque había recibido la confidencia", según informa 'La Verdad de Murcia' en su edición de hoy. El cardenal se refería a que Pierre Pican había actuado en virtud al secreto de confesión, que prohíbe al confesor "descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo", según el canon 983 del Código de Derecho Canónico.
Castrillón quiso profundizar en sus explicaciones ante los asistentes y dijo. "Después de consultar al Papa y mostrársela, escribí una carta al obispo, felicitándolo como modelo de un padre que no entrega a sus hijos". Todos los asistentes, algunos con más energía que otros, aplaudieron al unísono las palabras de 'jefe' de los sacerdotes, dice 'La Verdad'. Desde el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, al cardenal Antonio Cañizares, presidente del congreso mundial de homenaje a Juan pablo II que se celebra en el monasterio de Los Jerónimos, sede de la Universidad Católica de Murcia.
El prelado colombiano, tras varios segundos de aplausos, terminó el inciso diciendo que, además, «me autorizó el Santo Padre para que enviara esa carta a todos los obispos del mundo y la pusimos en Internet».
Después de su intervención, y a pesar de que el Vaticano asegura que la postura Castrillón no representa la línea oficial de la Iglesia frente al problema de los abusos, Castrillón fue arropado por los obispos, arzobispos y cardenales presentes en el templo, que según La Verdad, "le dispensaron cálidos abrazos y hasta alguna que otra carantoña".
Entre los asistentes, estaban el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, cardenal Franc Rodé; el presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, el cardenal Stanislaw Rylko; el arzobispo Emérito General Castrense, José Manuel Estepa; el presidente emérito del Consejo Pontificio para la Cultura, el cardenal Paul Poupard, y el Primado de las Américas, Nicolás de Jesús López Rodríguez.