El nuevo secretario del ex Santo Oficio, el jesuita Ladaria, investigado en España por un libro sobre el pecado original
¿Un hereje al mando del organismo encargado por el Papa de velar por la pureza doctrinal? Lo piensa el teólogo José María Iraburu, profesor de la Facultad de Teología del norte de España, con sede en Burgos, y asesor de obispos en materias de fe y moral cristianas. El investigado se llama Luis Ladaria y acaba de ser nombrado secretario de la poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe, es decir, número dos del ex Santo Oficio de la Romana y Universal Inquisición.
"No logra estar conforme, aunque lo intente, con la doctrina de la Iglesia"
"Creemos que la explicación del profesor Ladaria no logra estar conforme, aunque lo intente, con la doctrina de la Iglesia", escribe el padre Iraburu a propósito del libro de Ladaria Teología del pecado original y de la gracia (Biblioteca de Autores Cristianos-BAC. Madrid, 1993).
La severa crítica del conocido teólogo español a Ladaria ha sido profusamente citada estos días en numerosos foros y aparece íntegra en la revista Catholic.net.
Dice Iraburu sobre el libro del nuevo viceministro vaticano para la Doctrina de la Fe: "La Iglesia cree desde antiguo que los niños deben ser bautizados, para que la regeneración limpie en ellos lo que por la generación contrajeron. Cree que el pecado original deteriora profundamente la naturaleza de nuestros primeros padres. Por tanto, si la naturaleza humana se transmite por la generación, no pueden nuestros primeros padres, ni los que les siguen, transmitir a sus hijos por la generación una naturaleza sana y pura, porque en ellos está enferma. Nadie puede dar lo que no tiene. Así pues, el pecado original es 'transmitido a todos por propagación, y no por imitación. Ésta es doctrina tenida como de fe. Por el contrario, el profesor Ladaria, jesuita, estima que no debemos afirmar que la generación sea formalmente la causa de la transmisión del pecado original. La transmisión de este pecado de origen él la entiende no en clave ontológica, sino histórica".
En apoyo de sus tesis y contra las de Ladaira, Iraburu cita un decreto del concilio de Trento (año 1546), una encíclica de Pío XI de 1930, y otra de Pablo VI corrigiendo en 1968 las tesis del famoso Catecismo holandés.
Ladaria nació en Manacor (Islas Baleares) en 1944. Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid, estudió Filosofía en la Pontificia de Comillas y Teología en la Gregoriana de Roma, de la que ha sido profesor y vicerrector. En marzo de 2004 Juan Pablo II le nombró secretario general de la Comisión Teológica Internacional, donde trabajó estrechamente con el entonces cardenal y todopoderoso presidente de la congregación doctrinal, Josep Ratzinger, hoy Benedicto XVI.
Las tesis del jesuita Ladaria sobre el pecado original corrigen las clásicas de san Agustín y se han impuesto finalmente en Roma, plasmadas en la reciente corrección de la idea del Limbo como el lugar al que iban a parar quienes morían sin uso de razón y sin haber sido bautizados, es decir, un lugar sin tormento ni gloria pero para toda la eternidad.
El padre Iraburu, sacerdote navarro, escritor y predicador, como él mismo se define, impulsó en 1988 la Fundación Gratis Date junto al sacerdote toledano José Rivera, actualmente en proceso de beatificación. Entre sus execraciones destaca la emitida contra el libro Jesús. Aproximación histórica, del ex vicario de la Diócesis de San Sebastián, José Antonio Pagola. Finalmente, censurado por la Conferencia Episcopal, el libro de Pagola, editado por PPC, ha vendido 50.000 ejemplares y saldrá en próximas ediciones con las correcciones introducidas por la jerarquía eclesiástica.
Iraburu negó ayer por escrito en Religión Digital que haya llamado "hereje" a Ladaria. "Simplemente, en una breve obra de 2005, al tratar de la teología del pecado original y de la gracia, afirmo que la explicación del profesor Ladaria
[sobre el modo de transmisión del pecado original] no logra estar conforme, aunque lo intente, con la doctrina de la Iglesia", dijo el teólogo navarro.