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Quién es quién en la Iglesia andaluza

Carecen de aparato coercitivo para hacer cumplir sus disposiciones. "Somos gobernantes sin policías", comentó con humor uno de ellos públicamente en una ocasión. La ordenación de valores que rige en la actual sociedad no es precisamente un viento favorable para sus singladuras. Pero lo que dicen importa, crea debate, provoca filias y fobias. Y, sobre todo, tiene eco. Son líderes espirituales cuyos mensajes, en muchos casos específicos, trascienden al interés de las ovejas que pastorean y suscitan análisis y opiniones más allá de los límites de la diócesis donde radica la población que controlan.

Las pasadas Pascuas se produjo un episodio que ejemplifica a las claras la influencia que detentan en la sociedad los obispos españoles, al m enos si se mide por el impacto mediático. El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, comparó la interrupción del aborto con un genocidio. Expuso que su práctica concede a los varones "licencia sin límites" para "abusar del cuerpo" de las mujeres: "La tragedia se la traga ella, y se la traga como si fuera un derecho: el derecho a vivir toda la vida apesadumbrada por un crimen que siempre deja huellas en la conciencia y para el que ni los médicos ni los psiquiatras, ni todas las técnicas conocen el remedio".

Como el propio Vaticano ha hecho uso de los comunicados de aclaración -recuérdese que el mismísimo Benedicto XVI tuvo que precisar tras un polémico discurso en la Universidad de Ratisbona que no criticó al Islam, sino la violencia terrorista-, el prelado granadino optó por redactar un comunicado para aclarar que con sus palabras no quiso ofender "a los fieles y personas de buena voluntad", ya que el objetivo de su homilía fue "exponer la indignidad que supone que una sociedad no proteja a los más débiles y desfavorecidos, a los que no tienen ningún medio para defenderse: los no nacidos".

Otro ejemplo válido sobre el peso de las opiniones públicas de estos líderes espirituales fue el comunicado de los obispos andaluces a mes y medio de las últimas elecciones generales y autonómicas. Los prelados defienden continuamente su dereho a dirigir la grey más allá de cuestiones morales para abarcar con sus directrices todos los asuntos terrenales. Se niegan a permanecer encerrados en las sacristías. Instaron a los votantes a rechazar la ampliación del aborto o la regulación de la eutanasia. Aquel comunicado provocó una tromba de reacciones, sobre todo desde los sectores de la izquierda, que interpretaron el pronunciamiento como un apoyo al PP.

Pero la historia reciente también enseña ejemplos en los que el centro-derecha se ha sentido incómodo por declaraciones de líderes de la Iglesia. Tal fue el caso de las palabras de monseñor Amigo, cardenal arzobispo emérito de Sevilla, cuando en 2002 aseguró "comprender" las causas de la huelga general convocada por los sindicatos contra contra la reforma de la protección por desempleo -el famoso decretazo– promovido por el gobierno de Aznar.

Está claro que Andalucía, con sus dos grandes provincias eclesiásticas que pivotan en torno a Sevilla y Granada, no se libra ni mucho menos de las polémicas que suscitan periódicamente las opiniones emitidas por sus obispos informalmente o en cartas pastorales.

adolfo gonzález montes Obispo de Almería

Cercano al Papa desde hace 35 años. Adolfo González Montes, obispo de Almería, nació en Salamanca en 1946. Fue en esta Diócesis donde ejerció su ministerio desde 1976, pasando por diferentes cargos. Fue capellán de la Universidad Pontificia además de director espiritual y formador. Marchó a Alemania donde colaboró como asistente pastoral de las misiones españolas y de parroquias de este país. Aprovechó su estancia para especializarse en la doctrina religiosa protestante. Doctor en Teología, en 1977 ejerció como profesor en la Pontificia. Siguió acumulando diversos cargos como el de consultor de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales (hasta 1977) o Consultor del Pontificio Consejo para la Unidad. En 2002 fue nombrado obispo de Almería en sustitución de Rosendo Álvarez Gastón, tomando posesión el 7 de julio. Compagina el cargo con el de responsable de las catequesis por delegación de las provincias eclesiásticas de Granada y Sevilla. Venía de Ávila, donde provocó más de una polémica por su empeño de cambiar el presbiterio de la Catedral de la ciudad castellana a finales de los noventa. Una sentencia del Supremo, finalmente, obligó a dejar al descubierto las 17 lápidas de obispos trasladadas allí entre los siglos XVI y XVIII. En Almería ha mantenido un prudente segundo plano, alejado de cualquier polémica. Su catecumenado, no obstante, no ha sido indiferente a nadie. Fue en una sus cartas pastorales, La moralidad de las acciones públicas, donde recordó que "la fidelidad a Dios hace insobornable la conciencia moral del cristiano". Defensor a ultranza de la lucha antiabortista, señaló su compromiso con la familia y su apoyo a las líneas marcadas por el Papa, Benedicto XVI, apuntando a la educación sexual como culpable del incremento del número de interrupciones voluntarias del embarazo. Del Pontífice ha recalcado que le conoce desde hace 35 años así como su "pensamiento claro sobre el credo". / antonio lao

francisco javier martínez Arzobispo de Granada

El primero en sentarse en el banquillo. Llegó a Granada en marzo de 2003 precedido por los espesos nublos de polémica que había levantado en Córdoba por su enfrentamiento con el sacerdote Miguel Castillejo a propósito de Cajasur y hoy, casi siete años después, el arzobispo Francisco Javier Martínez (Madrid, 1947) sigue envuelto en las mismas emanaciones. Es un hombre perseverante en la controversia. Cuando supera una, inaugura otra y, de camino, acapara extrañas marcas: fue el primer prelado que se sentó en el banquillo de un juzgado ordinario acusado de calumnias y difamación por un canónigo de su Catedral; el primero en sufrir una campaña en Facebook por una homilía contra el aborto en la que se hizo un lío con el papel de la mujer respecto al varón, y el primero en padecer una cacerolada coincidiendo con la misa del domingo (hoy). Está amparado por un importante aparato intelectual. Es licenciado en Teología bíblica y amplió estudios en la Escuela Bíblica Francesa de Jerusalén y en la Universidad Católica de América, donde estudió filología semítica. Ideológicamente pertenece al ala más conservadora de la Iglesia como miembro activo de Comunión y Liberación. De hecho, su militancia en este movimiento católico tuvo una repercusión casi inmediata en Granada. En octubre de 2006, tras mostrar su desacuerdo con el contenido de la lección inaugural del curso en la facultad de Teología, propiedad de los jesuitas, que versaba sobre bioética, el prelado ordenó a sus seminaristas abandonar el centro. Desde entonces se propuso crear los suyos propios. La economía eclesiástica también le ha procurado algunos sinsabores. El año pasado, en plena retirada del crédito, el arzobispo logró convencer al BBVA para que la concediera una hipoteca de 15 millones de euros, a devolver en 25 años, para construir su propia escuela de Magisterio. También en 2009 fue ascendido a presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio, que se dedica a velar por la ortodoxia. El Arzobispado de Guadix, por su lado, ha cambiado de mentor. Un cura de Almería, Ginés Ramón García Beltrán, sustituyó el mes de diciembre de septuagenario José García-Santa Cruz. / alejandro v. garcía

José Mazuelos Obispo de Jerez

El médico que tenía dentro un sacerdote. Es el tercer obispo de la Diócesis de Jerez. Cuando decide entregar su vida a la Iglesia hace ya mucho que conoce la sociedad desde dentro, como hombre adulto, médico y ciudadano. El prelado jerezano cursó estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Hispalense. Ejerce como médico en su pueblo natal y, durante su servicio militar en la Armada Española, en el Hospital Militar San Carlos de San Fernando. En septiembre de 1993 fue enviado a realizar estudios en Roma. La Iglesia ya se había fijado en él como un hombre con misiones mayores, aunque él, tanto en público como en privado, no duda en asegurar que lo suyo es ser cura de pueblo. Es más, quienes le conocen bien aseguran que es feliz atendiendo las necesidades de la feligresía. Fue en el año 1995 cuando obtuvo la licenciatura en Teología Moral en la Academia Alfonsiana de la Universidad Lateranense de Roma. En Octubre de 1998 es nombrado subdirector del Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla. En octubre del año 2000 es designado director del mismo, delegado de Pastoral Universitaria. Ha dado diversos cursos, conferencias y seminarios de formación sobre temas de bioética a sacerdotes y seglares en diferentes diócesis de España y del extranjero. Además, destacan algunas de sus publicaciones tanto en revistas como en obras colectivas, caso por ejemplo de sus Reflexiones sobre la eutanasia, escrito para el número 16 de Isidorianum en 1999; El problema del inicio de la vida humana y su tutela en el tercer milenio, para Burgense en el año 2000, o Reconocimiento de la dignidad personal en la procreación y el origen, en la enfermedad y el final de la vida, escrito para la Conferencia Episcopal Española en 2002. La vida, la ética, Dios, la eutanasia y el aborto son temas que le apasionan, dada la solidez tanto de sus principios como de las razones que esgrime para defenderlos, tan científicos como religiosos. Es entonces, en los temas candentes y en las distancias cortas, cuando el médico que hay dentro del sacerdote (¿o es al revés?) sale a relucir. Joven, formado y de trato sencillo. Éstas son sus señas de identidad, a las que cabría añadir la forma en la que la ciencia y la fe se dan la mano en su persona. / manuel moure

José Vilaplana Blasco Obispo de Huelva

Futuro aún prometedor. Llegó a Huelva hace algo más de tres años y el pasado diciembre celebró sus bodas de plata episcopal. Se trata de una persona cercana, dialogante y sencilla, que en poco tiempo ha sabido conectar con la realidad onubense y con el carácter andaluz. Llegaba de la sede episcopal de Santander donde estaba desde 1991. Nacido en Benimarfull (Alicante), el 5 de diciembre de 1944, se ordenó sacerdote en 1972 y estudió Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Fue rector del Seminario menor de Játiva y responsable del instituto de BUP de esta población. Nombrado obispo auxiliar de Valencia en 1984. Todos le sitúan como candidato para una archidiócesis, por su capacidad de gestión y dinamismo, pero es de los que dicen que prefiere una diócesis pequeña, donde pueda conocer a los feligreses y tener un trabajo cercano. Es el quinto obispo de Huelva. A monseñor José Vilaplana Blasco le han calificado como una persona buena. / eduardo sugrañes

ramón del hoyo lópez Obispo de Jaén

Defensor de una nueva evangelización. Lleva desde 2005 como obispo jiennense tras estrenarse como prelado en la diócesis de Cuenca. En la reciente asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española fue elegido presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias. En el anterior trienio perteneció, como vocal, a la junta de asuntos jurídicos y a la comisión de misiones. Licenciado en Derecho Canónico en Salamanca y doctorado por la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino de Roma, en los años 1973 – 1977. Entre sus mensajes con eco nacional, su defensa de una nueva evangelización en España: "Hay personas que no son bautizadas y no conocen el Evangelio y otras que están bautizadas y se han alejado" .

Antonio Ceballos Atienza Obispo de Cádiz

Al borde de la jubilación. El obispo de Cádiz y Ceuta se enfrenta este 2010 a un año crucial, y posiblemente el último de su prelatura. El próximo 31 de julio cumple 75 años, lo que lo convierte en el obispo de mayor edad y que más años lleva al frente de una diócesis en Andalucía y le obliga a presentar su renuncia como obispo a Roma . Ceballos acumula ya dieciséis años al frente de una diócesis más que particular, en donde se ha caracterizado principalmente por su profunda preocupación por los temas sociales, especialmente por los inmigrantes que llegan a la costa. En su labor pastoral, Ceballos no se ha caracterizado por ser un obispo aparentemente fuerte, estricto o que toma decisiones contundentes. Al contrario, su perfil responde más a transformaciones progresivas. "No es el jarro de agua fría, es más la gota que va erosionando la piedra", decía sobre él un responsable del Obispado. Pero eso sí, en su recta final como máximo representante de la Iglesia gaditana, Ceballos ha tomado decisiones de calibre que le han ocasionado polémicas con sectores de la Iglesia, con miembros del clero e incluso con las administraciones y la ministra de Igualdad. El acuerdo para la rehabilitación y uso del Oratorio de San Felipe Neri de cara al Bicentenario de la Constitución de 1812, las últimas cartas pastorales contra el aborto o sobre la crisis, o la recuperación de la misa preconciliar o de las cofradías en la calle en la jornada del Sábado Santo han sido algunos ejemplos. Con este presumible fortalecimiento de su carácter y una mayor contundencia en la toma de decisiones, Ceballos afronta su etapa final con la incertidumbre de hasta cuándo seguirá siendo obispo de Cádiz y Ceuta. Él ya dijo que está dispuesto a quedarse más allá de 2012, que se ve con ganas e ilusión; pero a partir del 31 de julio todo dependerá de Roma. / pablo m. durio

juan josé asenjo Arzobispo de Sevilla y administrador apostólico de Córdoba

Ante su reto más complejo. Responde a la perfección al prototipo de arzobispo de hoy. Mesurado, afectivo en el trato cercano, con capacidad negociadora y en la línea del poder episcopal español. Desbloqueó el conflicto de Cajasur como obispo de Córdoba, diócesis a la que llegó tras una dilatada experiencia en las cocinas de la Conferencia Episcopal, de la que fue su rostro en los telediarios como portavoz. Tiene amistad con el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, en cuyo domicilio de Toledo ha almorzado recientemente. Forjó una buena relación con la entonces alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar. Y al mismo tiempo que se mueve con destreza en su relación con los políticos, ha pedido a las cofradías que no acepten subvenciones. "Sed pobres, pero libres". Tiene la compleja misión de suceder al cardenal Amigo, que se ha llevado la friolera de 27 años al frente de la Iglesia sevillana, pero ya ha empezado su labor con una atención especial y personalizada con los miembros del clero. En los aspectos de la formación, a la que concede suma importancia, apuesta por la disciplina desde todos los puntos de vista, sobre todo empezando por la vestimenta tanto de seminaristas como de clérigos. / c. n. a.

Jesús Catalá Ibañez Obispo de Málaga

De la confianza de Rouco. Jesús Catalá llegó a Málaga hace poco más de un año con una fama de ultraconservador que aún no ha demostrado. Tomo posesión el 13 de diciembre de 2008 y desde el primer momento subrayó que antes de actuar quería conocer la realidad de la Diócesis de forma directa. Ésta ha sido verdaderamente la línea de su primer año de gestión. De su paso como purpurado de Alcalá de Henares destacan un trato distante con el pueblo y se hicieron famosas unas polémicas declaraciones sobre la homosexualidad, argumentos cercanos a la línea tradicionalmente más dura de la Iglesia. En Málaga suavizó su mensaje y argumentó que sus palabras se malinterpretaron en aquella ocasión. Ahora sus declaraciones son en ruedas de prensa y tiene por norma no conceder entrevistas. Catalá es hombre de confianza del cardenal Antonio María Rouco Varela, por lo que está en la línea de pensamiento y actuación del actual poder establecido en el episcopado español. A partir de 1996 ha formado parte de distintas comisiones de la Conferencia Episcopal y desde el año 2005 preside la Comisión de Pastoral y es miembro de la Permanente de la curia española. En Málaga no ha cumplido con el estereotipo adquirido a priori y la mayoría de sus gestos pueden entenderse como un interés real y efectivo de acercamiento hacia los malagueños. Su gran caballo de batalla es potenciar la devoción a la Patrona de la ciudad, Santa María de la Victoria, algo por lo que pocos obispos se han preocupado con verdadero interés en los últimos tiempos. Se dudaba si llegaría a comprender la religiosidad popular andaluza, pero muestra entendimiento e interés por las cofradías, que son las principales asociaciones públicas de la Iglesia en el sur de España. Así, tras su lógico período de adaptación, acaba de renovar la estructura de la curia malagueña y ha definido nuevas directrices para trabajar en una Diócesis muy poblada y con un clero escaso y longevo. Además, ha anunciado la redacción de un plan director para retomar las obras de conservación de la Catedral. De este modo ha reabierto un viejo debate ciudadano sobre la conveniencia de construir la segunda torre del templo o dejarlo perennemente sin terminar, incluso ha pedido a los malagueños que no llamen Manquita a la Catedral, pues entiende que sólo se trata de un templo simplemente inacabado.

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