La presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Rosaura Ruiz Gutiérrez, convocó a las agrupaciones científicas y humanísticas del país a contrarrestar el poder creciente de las ideologías opuestas al avance del conocimiento.
Al conmemorarse el 50 aniversario de la AMC, llamó además a "confrontar, con raciocinio y diálogo argumentado, las visiones mercantilistas que desvirtúan el saber y a erradicar los prejuicios sexistas, racistas y clasistas que obstaculizan el desarrollo de México".
En el Auditorio "Galileo Galilei" de la AMC, que reunió a importantes personalidades de la vida científica y académica del país, expuso: "como agrupación, estamos llamados a sumar a nuestras tareas académicas específicas la de defender a la ciencia de los embates ideológicos, políticos y financieros que buscan postrarla".
En ese sentido, lamentó que el impacto de la ciencia, las humanidades y la tecnología no es ni lejanamente lo que el país requiere.
"El avance del conocimiento no es una prioridad nacional; la ciencia no cuenta cuando se trata de resolver los grandes problemas, debido a la falta de una auténtica política de Estado que valore el potencial de la ciencia y la ubique como una prioridad en su agenda".
La evidencia más fehaciente es, destacó, a 150 años de la publicación del Origen de las Especies, y de la proclamación de las Leyes de Reforma, el avance del oscurantismo y el ataque a la laicidad con la aprobación de leyes basadas en planteamientos religiosos, que definen como humano, con todos sus derechos, a una célula, el cigoto.
Con tal perspectiva, destacó, no sólo se viola el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, sino que además se prohíbe la investigación en células embrionarias, a pesar de la repercusión probada que ésta tiene en beneficio de campos de atención prioritaria, como la salud.
Por ello, anunció, la AMC convocará a instituciones de educación superior y centros de investigación a presentar amparos, en tanto esas leyes limitan la libertad de investigación.
Estableció que a 50 años de la creación del organismo, las decisiones estratégicas que afectan el desarrollo de la nación todavía no incorporan el conocimiento científico para definir el modelo de país.
Ello, no obstante, indicó, que las evidencias muestran que las bases de la competitividad internacional en una economía planetaria son la ciencia y la tecnología, factores determinantes de jerarquía en las relaciones de fuerza mundiales.
Por ello, dijo, la autonomía de un país depende, en primer lugar, de su capacidad científico-tecnológica.
Ruiz Gutiérrez destacó que para orientar, promover y fomentar la cultura científica, humanista y tecnológica es preciso poner en marcha estrategias de vinculación entre los sectores productivos, educativo y de investigación, además de incrementar la participación del Estado en el impulso, el uso y la divulgación de la ciencia y la tecnología.
Con ello, sostuvo, se pretende que México avance y supere los lugares que ocupa en la competitividad mundial.