El Ministerio Público no ve infracción penal en la obra editada por el Arzobispado de Granada
La Fiscalía de Granada ha archivado las diligencias de investigación iniciadas por el polémico libro Cásate y sé sumisa, publicado por la editorial del Arzobispado Nuevo Inicio. El Ministerio Público entiende que las expresiones contenidas en la obra, por controvertidas que resulten, no suponen una infracción penal. Así, considera que la edición y publicación de la obra no supone ningún delito relacionado con la violencia de género ni tiene encaje penal.
La Fiscalía antepone el derecho a la libertad de expresión, recogido en el artículo 20 de la Constitución, y plantea que hay que distinguir “entre el llamado discurso de odio y el discurso ofensivo o impopular”. Según la resolución, el texto del libro no constituye una apología de la violencia machista ni incita de manera directa a la discriminación, al odio o a la violencia. Algunos párrafos, y el propio título, “pueden en algún caso y en el entorno de la sociedad actual igualitaria, ser poco acordes con el papel de la mujer en la sociedad actual, pero en ningún caso son merecedores de sanción penal con arreglo a la legislación vigente”, indica la resolución.
Concluye, además, que en este caso no pueden ser de aplicación las disposiciones que regulan la publicidad ilícita, “discriminatoria” o “vejatoria”. “Consideramos que el referido libro y en concreto su edición por parte del Arzobispado de Granada no tiene fines publicitarios definidos en la propia ley, sino manifestación de una ideología religiosa y dirigido especialmente a aquellas personas que procesen tales creencias”, señala el decreto.
La Sección de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía de Granada incoó en el mes enero estas diligencias para aclarar si el contenido del manual que enseña a la mujer la “obediencia leal y generosa” podía tener alcance penal. La investigación fue abierta por una denuncia del Consejo Municipal de la Mujer, órgano integrado por 67 asociaciones, que acordó pedir a la Fiscalía que investigara el contenido del libro y sus posibles consecuencias penales. El Consejo Municipal de la Mujer entendía que la publicación vulneraba la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, la Ley Orgánica de Medidas de Prevención contra la Violencia de Género y la propia Constitución.
REVUELO DE ALCANCE NACIONAL
La Fiscalía abrió la investigación tras recabar información en el Decanato de los Juzgados para conocer si algún órgano judicial tenía un procedimiento abierto por la edición y venta del libro, el primer best sellerde la editorial del Arzobispado de Granada. En su primera resolución, el Ministerio Público solicitó a los denunciantes un ejemplar del libro o una ampliación de la denuncia en la que indicaran de manera detallada las expresiones que podrían ser constitutivas de delito.
La publicación en España de la obra, escrita por la periodista italiana Costanza Miriano, levantó un revuelo de alcance nacional por sus afirmaciones machistas. Organizaciones políticas, instituciones, asociaciones feministas y colectivos de todo tipo reprobaron el libro y pidieron al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, su retirada de la venta. IU consideró que podía incurrir en apología de la violencia contra las mujeres, el PSOE lo calificó de discriminatorio y sexista y el PP, de “auténtico despropósito”. Hasta la propia ministra de Sanidad, Ana Mato, llegó a pedir la retirada de la publicación por “falta de respeto a las mujeres”. Pero más allá de la polémica, el texto del libro no tiene encaje penal. Así lo ha determinado la Fiscalía, que ahora ha acordado el archivo de las diligencias.
El manual de la ‘esposa dócil’, que fue número 1 en ventas y lideró el top 100 de Amazon, parte de la afirmación de que el éxito del matrimonio pasa por la sumisión de la esposa al marido. El título, Cásate y sé sumisa, no responde a ninguna estrategia de marketing. Sencillamente, expresa la síntesis del contenido. “Tendrás que aprender a ser sumisa, como dice San Pablo… La sumisión de la que habla San Pablo es un regalo, libre como todo regalo, porque, si no, sería una imposición”, dice la autora en el libro, que estructura como cartas dirigidas sobre todo a sus amigas. A partir de ahí, la escritora realiza afirmaciones de un machismo recalcitrante. Y dice frases como esta: “La mujer está perdida cuando se olvida de quien es. La mujer es, principalmente, esposa y madre”. O esta: “La mujer lleva escrita la obediencia en su interior. El hombre, en cambio, lleva la vocación de la libertad y de la guía”.
En una carta, llega a decirle a una amiga: “Es verdad, todavía no eres una cocinera experimentada ni un ama de casa perfecta. ¿Qué problema hay si te lo dice? Dile que tiene razón, que es verdad, que aprenderás. Al ver tu dulzura y tu humildad, tu esfuerzo por convertirte, también él se convertirá”. Sus consejos ahondan en la obediencia y en una sumisión que roza el masoquismo: “La mortificación nos gusta porque es para alcanzar un bien mayor, y ese bien es acoger a tu marido, por consiguiente, engendrarte a ti misma”.
“¿Tengo que darle la razón aun cuando no la tenga? Yo diría que sí…. Si solo acoges aquello que es conforme a ti, aquello que tú piensas, no estás casada con un hombre, sino contigo misma. En lugar de hacer eso, debes someterte a él”, dice la autora. En otro pasaje señala: “Comprobarás, te lo puedo asegurar, que un hombre no se puede resistir a una mujer que lo respeta, que reconoce su autoridad, que se esfuerza lealmente en escucharlo, en dejar a un lado su propio modo de ver las cosas, que se muerde la lengua, que acepta por amor recorrer caminos muy distintos a los que ella hubiera elegido de estar sola”.
El texto está repleto de ‘reflexiones’ de este calibre, en sintonía con el título del libro y con el modelo de ‘esposa obediente y sumisa’ que defiende su autora. El vendaval de críticas que suscitó en su momento supuso una promoción impagable para la editorial del Arzobispado de Granada, uno de los muchos negocios ruinosos que ha montado Francisco Javier Martínez desde su llegada a Granada.
El arzobispo no retiró la publicación, ni mucho menos. Defendió el libro con el argumento de que era “una obra evangelizadora”, “acorde con las enseñanzas de la Iglesia”, pese a las críticas que había suscitado dentro de la propia jerarquía eclesiástica, y aprovechó el tirón de ventas para editar la versión para hombres, Cásate y da la vida por ella. El manual, tan machista como el primero, sostiene que “le corresponde a la mujer llevar al hombre al encuentro de su virilidad, de su paternidad y del ejercicio de la autoridad”.