Los obispos tienen la obligación de reportar sospechas ante las autoridades sólo en aquellos países donde es obligatorio, según las directivas del Vaticano establecidas en 2010
"El Vaticano exige que las leyes nacionales sean respetadas y sabemos que ese tipo de obligación (de informar sobre abusos) no existe bajo la ley italiana", declaró el cardenal Angelo Bagnasco, jefe de la Conferencia Episcopal italiana, a reporteros al margen de una reunión en Génova.
Bagnasco defendió el sábado una reciente y polémica política sobre abusos sexuales adoptada por el Vaticano, que exime a los obispos de informar sobre los casos de abusos a menores a la policía.
La conferencia aprobó el viernes unas reglas de conducta que determinan que los obispos no están obligados a informar a las autoridades ante la sospecha de abusos, pero que tienen una "obligación moral" de actuar para proteger a los más vulnerables y "contribuir al bien común".
La nueva política fue criticada entre otros por un grupo estadounidense, la Red de Supervivientes de Abusos de Párrocos (SNAP) que deploró "la increíble, deprimente e irresponsable contradicción entre lo que dicen los responsables del Vaticano sobre los abusos, y lo que hacen".
Los obispos tienen la obligación de reportar sospechas ante las autoridades sólo en aquellos países donde es obligatorio, según las directivas del Vaticano establecidas en 2010.
Bagnasco justificó la medida citando los intereses de las víctimas.
"Aquí lo importante es respetar la voluntad de las víctimas y sus familiares, que a veces no quieren informar de los abusos, por razones personales", indicó el cardenal.
Cardenal Bagnasco, presidente de la CEI
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