Se trata de la mayor causa iniciada en el Reino Unido sobre abusos cometidos contra menores entre 1922 y 1995. Las audiencias públicas que comenzaron ayer se extenderán durante los próximos 18 meses.
Un tribunal especial inició la mayor investigación pública desarrollada en el Reino Unido sobre abusos cometidos contra menores en instituciones de la Iglesia Católica y organismos estatales de Irlanda del Norte entre 1922 y 1995. Durante ese período se registraron, según las denuncias presentadas, casi 500 casos de abusos sexuales contra niños. Las audiencias públicas que comenzaron ayer se extenderán durante los próximos 18 meses, a lo largo de los cuales se escuchará a más de 300 testigos. “Esta investigación va a examinar el alma de Irlanda del Norte en ese período”, señaló una de las abogadas. La iniciativa surge luego de que la vecina República de Irlanda revelara en los últimos años los abusos sexuales masivos sufridos por niños desde las primeras décadas del siglo XX.
La llamada Investigación sobre Abusos Institucionales Históricos examinará, en sesiones públicas, 434 denuncias presentadas desde que el gobierno autónomo norirlandés anunció el establecimiento del tribunal especial en 2012. El objetivo oficial de la investigación es establecer si ha habido “fallos sistémicos de las instituciones o del Estado en sus obligaciones hacia esos niños que estaban a su cuidado” y decidir si las víctimas han de recibir disculpas e indemnizaciones.
El Ejecutivo de ese país puso al frente de las pesquisas al juez retirado Anthony Hart, a quien asistirá un grupo de expertos para determinar si existieron abusos físicos, sexuales o emocionales contra menores entre 1922 y 1955. “Puede ser un proceso difícil para los implicados, pero esperamos que todos los que han sido llamados a ayudar, desde el gobierno hasta las instituciones, colaboren de una manera justa, abierta y de corazón para no malgastar esta oportunidad”, dijo el ex juez Hart en la primera audiencia. Está previsto que las sesiones finalicen recién en julio de 2015. Los investigadores tendrán luego otros seis meses para redactar sus conclusiones, que serán presentadas al Parlamanento.
El tribunal también investigará si las autoridades estatales y religiosas que estuvieron al cuidado de los menores durante esos 73 años cometieron fallos a la hora de protegerlos. Está previsto que más de 300 testigos presten declaración ante el tribunal para arrojar luz sobre las condiciones de vida en orfanatos, internados y hospitales de Irlanda del Norte, muchos de ellos controlados por órdenes religiosas. El ex juez afirmó que los testigos pueden estar seguros de que sus historias “serán escuchadas e investigadas” y, “en caso de que este tribunal entienda que se ha cometido un delito”, advirtió, “la información será entregada a las fuerzas del orden”.
De las 434 personas que denuncian haber sido víctimas de abusos en ese tiempo, un tercio ya no vive en Irlanda del Norte. Sesenta residen en Australia y algunos otros en Reino Unido o en la República de Irlanda. Los investigadores sostienen que, entre 1947 y 1956, unos 120 niños víctimas de abuso que estaban en orfanatos e internados fueron deportados a instituciones similares en Australia.
La investigación “quiere dar voz a aquellos que sintieron que el sistema les falló”, explicó la abogada del equipo investigador, Christiane Smith. “Al examinar cómo esos niños vulnerables fueron tratados en los centros infantiles de acogida entre 1922 y 1995, esta investigación va a examinar el alma del Irlanda del Norte en ese período”, indicó Smith. Y añadió: “Los abusos infantiles dejan una marca que puede destruir también su vida adulta”.
La investigación fue anunciada en 2010 y puesta en marcha formalmente el 21 de mayo de 2012. En un principio se decidió investigar los casos ocurridos durante 50 años, entre 1945 y 1995, pero luego se prefirió ampliar ese período hasta 1922, año de la independencia de Irlanda.
Los activistas irlandeses celebraron la apertura de la investigación y sostuvieron que la iniciativa debería repetirse en Inglaterra y Gales. Jonathan Wheeler, abogado de una asociación que defiende a niños abusados, sostuvo que “el inicio de esta investigación será un alivio para las víctimas. Hemos pedido una investigación global similar en Inglaterra y Gales, pero el gobierno se ha negado”.
Irlanda del Norte decidió iniciar esta histórica investigación después de que varias llevadas a cabo en República de Irlanda revelasen que miles de niños sufrieron abusos sexuales, físicos y emocionales desde comienzos del siglo XX. Esas investigaciones culminaron en 2009, con el Informe Ryan, que denunciaba el abuso sexual sufrido desde 1930 por niños irlandeses internados en escuelas católicas. Los tribunales establecidos por el Ejecutivo de Dublín también denunciaron las prácticas adoptadas por las autoridades del país y por la Iglesia Católica irlandesa para ocultar los maltratos y proteger a los religiosos pederastas.
John Magee, el obispo irlandés que renunció a su cargo en 2010, en medio de los escándalos de abuso.
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