Rouco Varela lamenta que “ni siquiera” el don de la vida se entienda como “definitivo e inviolable” en la que puede ser su última misa de las familias Califica de “agobiante” la actual “atmósfera intelectual y mediática”
Hasta la fecha, la cúpula de la Iglesia católica española no se había pronunciado sobre la última reforma de la ley del aborto impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy. La oportunidad llegó este domingo en Madrid, en el transcurso de la tradicional misa de las familias. Sin pronunciar la palabra "aborto", el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, lamentó que "ni siquiera el don de la vida se entiende como definitivo e inviolable".
El pasado viernes, el Consejo de Ministros dio luz verde a un anteproyecto de ley para regular la interrupción voluntaria del embarazo que supone un retroceso de los derechos de la mujer en tanto en cuanto instaura unos preceptos más restrictivos que los de la legislación de 1985. El texto responde al trabajo del Ministerio de Justicia, en manos de Alberto Ruiz-Gallardón.
El turno de Rouco Varela en la que puede ser su última misa de las familias, llegó minutos después de que los miles de congregados, llegados desde distintas partes de España, escucharan el mensaje del Papa Francisco. Precisamente a la cabeza visible de la Iglesia católica se había referido el cardenal arzobispo de Madrid antes de clamar por la inviolavilidad del don de la vida.
"No estáis solos, como tampoco lo estaban María y José cuando se desencadena por Herodes la persecución del niño Jesús y la matanza de los inocentes", apeló a los presentes en la madrileña plaza de Colón.
Rouco Varela coincidió con el Papa a la hora de criticar la concepción de la vida personal como algo transitorio. Como vacuna a ello, puso a "la familia cristianamente constituida".
"En esta dura y persistente crisis, por la que atraviesan todos los países europeos, la familia cristianamente constituida está demostrando, una vez más en una difilísima coyuntura histórica, su insuperable e insustituible valor para la solidaridad y la paz social", dijo el también presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Frente a estos valores, Rouco Varela contrapuso "la agobiante atmósfera intelectual y mediática, que nos envuelve, tan contaminada por una visión radicalmente secularizada del mundo y del hombre".
En una clara alusión a los matrimonios entre personas del mismo sexo, el jerarca de la Iglesia española sostuvo que gracias a la fe cristiana puede superarse "cualquier desafío del Maligno y cualquier debilidad nacida del pecado".
En una línea similar, este viernes, el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López consideró que el divorcio exprés y el matrimonio homosexual provocan "el notable aumento de hijos con graves perturbaciones de su personalidad".
Matrimonio: "Esposo y esposa"
Lejos de admitir más modelo de familia que el compuesto por un hombre y una mujer, Rouco Varela exaltó "el matrimonial entre esposo y esposa". Una unión, que, a su juicio, "llega a la máxima expresión cuando fructifica en el esplendor de los hijos, si ninguna causa inculpable lo imposibilita".
Junto a Rouco, Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, y algunas familias que trasladaron sus testimonios, también intervino el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla. En su discurso, hizo también una cerrada defensa de la familia tradicional e instó a "distinguir entre el hombre y la mujer" como única forma de matrimonio.
Reig Pla es muy conocido por sus ataques a las uniones entre personas del mismo sexo. El presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española, afirmó el pasado 18 de diciembre que ?la familia es el progreso verdadero de una sociedad y aseguró –sin citarlo– que la ley del matrimonio homosexual es un "atropello jurídico" y que leyes de este tipo "maltratan" a la familia y a las uniones heterosexuales.
Además, el año pasado publicó testimonios de varias personas que "se habían curado" y salido de ese "infierno" que es la homosexualidad. "Que se conozca la mentira gay, que se sepa que es posible el cambio, que se sepa que hay esperanza para todas aquellas personas que no quieren esa vida de sufrimiento, ese infierno", decía un chico de 18 años "rehabilitado".
Reig Pla es también el autor del prólogo del libro Amar en la diferencia, de la editorial Biblioteca de Autores Cristianos, que considera la homosexualidad como una patología que debe ser erradicada. “Hasta hace unos años, eran sobre todo algunos adultos los que sufrían dolorosas heridas en esta materia; en la actualidad muchos jóvenes, adolescentes e incluso niños están siendo víctimas del desconcierto sembrado –de forma planificada y sistemática– en las familias”, firmaba de su puño y letra.
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