Una enmienda del PP en el Senado sería la llave para dar más peso al catolicismo en la etapa preuniversitaria
El Grupo Popular en el Senado estudia incluir en el proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que la asignatura de religión católica cobre peso en el Bachillerato y en Infantil, como ya se ha anunciado para Primaria y secundaria obligatoria, respondiendo así a las peticiones de los obispos que días atrás se quejaban, por boca de su portavoz, de que la religión católica tiene ahora menos peso que en gobiernos anteriores. Juan Antonio Martínez Camino mencionó explícitamente el bachillerato como la etapa que tienen en mente.
Hasta el jueves, día en que finaliza el plazo de las enmiendas, no se conocerá el detalle último del texto que presentarán los populares. Caben más de una opción. Que el catolicismo, que ya es de oferta obligada en 1º de bachillerato, pero voluntaria para los alumnos, se extienda de igual forma a 2º de bachillerato. O bien que su peso sea mayor en 1º de bachillerato, es decir, que pase a ser una asignatura con alternativa a elegir una de ambas. Y que sea evaluable como las demás y su nota compute para obtener calificaciones medias y becas. O que ocurran las dos cosas.
Algunos interpretan que los populares de la Cámara alta pretenden enmendar el "error técnico" del Ministerio de Educación al no incluir esta materia como oferta obligatoria y de elección voluntaria en primero y en segundo de Bachillerato, un hecho que fue denunciado por la Conferencia Episcopal, y que el PP en el Congreso no solventó, informa Europa Press.
Con la LOE la religión católica (y las demás, pero estas son muy minoritarias en las aulas) es de oferta obligada en 1º de bachillerato pero voluntaria para los alumnos. Los matriculados son menos cada año. En una década han pasado de estar matriculados en catolicismo un 43% de los bachilleres de centros públicos a suponer en la actualidad algo más del 23%. En etapas anteriores la caída también se ha notado: en la ESO han pasado de estudiarlo un 55% de los alumnos a cursarlo un 39%. En primaria, donde los alumnos son mucho más dependientes de los cuidados de los profesores y no pueden ocupar una hora en blanco por su cuenta, aquellos que no se matriculaban en religión católica necesitaban que el centro organizara actividades varias, algo que no siempre era factible. Muchos padres optaban por matricularlos en religión para que los niños no tuvieran una hora sin hacer nada entre clase y clase. Ahí los porcentajes son más altos, pero también en franco descenso. Han pasado de un 79% a un 66%, según los datos oficiales.
El portavoz de la Iglesia española, Juan Antonio Martínez Camino, puso de manifiesto el pasado mes de septiembre la decepción de la Iglesia ante la ausencia en el proyecto de la Lomce de la oferta preceptiva de religión en bachillerato e infantil, alertando de que el Gobierno incumplía así el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado español. Dado que ya existe en 1º de bachillerato y en parte de la educación infantil, es previsible que los obispos quieran algo más que eso.
Otra de las incorporaciones que estudia el PP es incluir en la evaluación del final de primaria el examen de conocimientos en ciencias sociales —geografía e historia—, y no solo de competencias en comunicación lingüística, matemática y ciencia y tecnología.
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