La religiosa reconoce haber cobrado 47.000 pesetas en concepto de atención a la madre
La religiosa Pilar Hoyos de la casa cuna Santa Isabel de las Siervas de la Pasión, ha declarado en los juzgados de Vigo como testigo en el proceso iniciado tras la denuncia de una joven, que cree que pudo haber sido un 'bebé robado' y haber sido víctima de una adopción irregular. Según ha señalado la denunciante, Noemí Lima, la monja ha declarado en el juzgado de instrucción número 7, y ha reconocido haber cobrado 47.000 pesetas en el año 1987, en concepto de atención a la madre biológica de la joven, así como por gastos derivados de esa atención (ropa, viajes, teléfono,…).
Sin embargo, la religiosa (siempre según la versión de la denunciante y de su abogado) negó que el bebé hubiese pasado por la casa cuna, sino que nació en el hospital Nicolás Peña de Vigo (antes Hospital Municipal) y fue dado en adopción allí. Este testimonio contradice la información que posee Noemí, entre la que hay un documento notarial en el que se dice que la niña nació el 24 de septiembre de 1987 y que ese mismo día ingresó en la casa cuna. Noemí Lima ha lamentado que la declaración de sor Pilar no haya servido para esclarecer las circunstancias de la entrega a sus padres adoptivos ya que, ha apuntado, "dice que no recuerda nada y que no puede desvelar el expediente por secreto profesional". Asimismo, en su declaración, la religiosa habría negado que fuese suya la firma que figura en la inscripción de Noemí en el registro civil.
Lima, con ayuda de la asociación SOS Bebés Robados de Galicia, interpuso una denuncia en enero de 2013 por detención ilegal, alteración de estado civil, adopción ilegal y falsedad en documento público, tras haber descubierto años atrás que era adoptada y que sus padres adoptivos guardaban facturas de ese proceso y documentación que mostraba evidencias de una tramitación irregular. En dichas facturas figuran pagos no solo a la casa cuna de Santa Isabel, sino también al hospital municipal. Al iniciar las pesquisas, esta viguesa se fue encontrando con documentación y testimonios que confirmaban esas contradicciones, y ha recordado, como ejemplos, que "no existe un documento de renuncia" de su madre biológica, ni hay informes de Servicios Sociales. Paralelamente a la vía judicial, Noemí Lima inició la búsqueda de su madre biológica y logró contactar con algunas personas que creen que pudieron conocerla. Asimismo, ha facilitado una muestra de su ADN para su cotejo con los bancos existentes, pero los trámites y las pistas seguidas hasta ahora no han dado todavía sus frutos.
A partir de ahora quedan por declarar algunos testigos propuestos por la denunciante: la matrona Rosa María A.; sus padres adoptivos, María Dolores y Manuel; y diversos profesionales médicos. Además, también ha pedido que se libre un oficio al hospital Nicolás Peña y al Sergas para que identifique a todos los profesionales que asistieron a su madre biológica en el parto, así como una orden del juzgado para incorporar el expediente íntegro de la adopción. A la llegada al juzgado de Vigo se vivieron momentos de cierta tensión. Así, la monja llegó en medio de una gran expectación mediática y, al entrar en el edificio judicial, fue increpada por Noemí Lima, quien le preguntó "Sor María, ¿va a decir hoy quién es mi madre?". También a la salida, la religiosa fue recibida por una nube de cámaras y fotógrafos y exclamó: "Ni que yo fuera un criminal".