El patrimonio católico en la ciudad lo componen 65 edificios. En el resto de la comarca asciende a 169 propiedades. La tasación en los municipios del Consorcio As Mariñas asciende a 18,7 millones de euros
La Iglesia católica posee 234 bienes inmuebles en A Coruña y su comarca con un valor catastral de casi 40 millones de euros. La Dirección General del Catastro calcula en 20,8 millones la tasación de las 65 propiedades religiosas en la ciudad mientras que, de los municipios del Consorcio As Mariñas, es Abegondo el que tiene mayor cantidad, 40, y el de Sada el que contabiliza un mayor valor, 4,3 millones de euros. En pleno debate sobre la exención del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a la Iglesia, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, asegura que la Iglesia no cuenta con "ningún privilegio" fiscal, sino que se acoge a una legislación vigente.
La Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda, calcula que los bienes inmuebles de la Iglesia católica en A Coruña tienen un valor de 20,86 millones de euros. Según el organismo estatal, el patrimonio de la institución religiosa está formado por 65 edificios, entre los que se cuentan varias iglesias, terrenos de distinta calificación urbanística u otras dependencias. En pleno debate sobre la exención que hace el Gobierno central a la Iglesia en el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles, el Ministerio calcula que la tasación media -que no suele coincidir con el valor de mercado- de cada una de las propiedades es de 321.024 euros en la ciudad.
En los municipios que conforman el Consorcio As Mariñas, la Iglesia posee 169 bienes con un valor un poco menor que el de las posesiones dentro de la ciudad, 18,7 millones de euros, que se reparten entre nueve municipios. Es Abegondo el que mayor número de propiedades católicas tiene, con 40, aunque el valor de las mismas es solo de 1,2 millones. El concello de Sada ocupa el tercer puesto en el montante de bienes aunque consigue el liderazgo en la tasación de los mismos. 4,3 millones es la valoración que hacen los técnicos del Catastro de estas posesiones, aunque, de todos los municipios, el que obtiene un valor catastral medio mayor es Betanzos. Esta ciudad solo tiene siete bienes religiosos -el que menos posee de la comarca-, pero, entre todos, obtienen una tasación de 2,9 millones o, lo que es lo mismo, 416.301 euros de media.
Los municipios de Bergondo, Cambre, Carral, Culleredo y Oleiros registran en su territorio entre 14 y 17 bienes pertenecientes a la Iglesia católica y los valores catastrales de sus conjuntos rondan el millón de euros, excepto el concello carralés, que solo alcanza el medio millón. En el cómputo global, las propiedades religiosas en la comarca y A Coruña sumarían una tasación catastral de casi 40 millones de euros en 234 bienes. No existe un cálculo de cuánto supondría para las arcas municipales de cada uno de los ayuntamientos el cobro del IBI, aunque una legislación estatal de 1985 libera a los edificios calificados como Bien de Interés Cultural (BIC) de pagar este impuesto, lo que afectaría a algunas de las iglesias que aparecerían en el listado del patrimonio católico tanto en la comarca como en A Coruña. Otra de las cuestiones que apunta la Conferencia Episcopal es la extensión a otros colectivos que obligaría una supuesta modificación de la normativa sobre el IBI. Afirman que la ley de mecenazgo sobre la que se asienta la exención del pago del tributo también incluye a otras confesiones religiosas, a fundaciones, a asociaciones de utilidad pública, a ONG y a federaciones deportivas.
La Iglesia católica también se queja de escasez de fondos en la actualidad y de las posibles consecuencias que tendría el desembolso del IBI para todas sus propiedades en el territorio español. En A Coruña, al margen de iglesias o terrenos, el Arzobispado de Santiago posee inmuebles actualmente habitados y por los que percibe un alquiler mensual.
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, defendió ayer que la Iglesia católica no goza de "ningún privilegio" fiscal y que únicamente está exento de pagar el Impuesto de Bienes Inmueble (IBI), al igual que otras entidades que se acogen a ese precepto de la ley estatal de mecenazgo. "Mientras la legislación siga vigente nosotros nos acogeremos a ella, con todo nuestro derecho", explicó ayer en A Coruña, donde ofició la Función del Voto. Barrio admite que esta situación puede "generar polémica", pero reclama que la sociedad reconozca la labor de la Iglesia católica, sobre todo en la atención a los más necesitados.
Y es que la Conferencia Episcopal ya había alertado de que si comenzara ahora a abonar el tributo por sus propiedades a las distintas haciendas locales los ingresos para Cáritas, por ejemplo, descenderían y, con ellos, la posibilidad de ayudar a personas en riesgo de exclusión social. El arzobispo de Santiago también apela a esta razón para pedir que la normativa se mantenga tal y como está: "Estoy seguro de que afectaría a nuestra labor. Hay que subrayar el esfuerzo que hacemos, dentro de nuestras posibilidades, con Cáritas y con las aportaciones a la Cocina Económica o a Padre Rubinos".
Barrio advierte de que con la crisis este tipo de colaboración social ha visto incrementada su demanda y apunta a que, incluso, habría que realizar una oferta mucho mayor para cubrir las necesidades de la población. "Ojalá pudiéramos hacer más", apostilló. En el último año, Cáritas ha atendido a un 70% más de personas que en el ejercicio anterior y les ha provisto de comida, medicamentos o ropa.