COMENTARIOS DEL OBSERVATORIO
- En esta noticia se recoge exclusivamente la visión de la Rel-i-Pública, no así de organizaciones laicistas como Baleares Laica.
- El laicismo no es un sistema de creencias sino un conjunto de principios democráticos y republicanos que fundamentan una convivencia en libertad y en igualdad. Y, en palabras de Luis María Cifuentes, «la libertad es ante todo libertad de conciencia; una libertad esencial e inalienable de todas las personas y que debe ser adecuadamente desarrollada desde la infancia y a lo largo de toda la vida».
- Las reivindicaciones de esta plataforma atentan contra la libertad de conciencia y contra la igualdad al pretender un privilegio para los sistemas de creencias religiosas frente a otro tipo de convicciones (filosóficas, políticas, etc.) en la educación pública. La solución no puede ser café para todos, sino que sólo puede ser una educación pública laica, y por tanto que la educación en las convicciones particulares de las familias (sean religiosas o no) suceda en el ámbito privado.
Alegan que la Lomloe «impone el laicismo como el único sistema de creencias en la educación»
La plataforma Rel-i-Pública, un movimiento ciudadano que aglutina cerca de 200 padres y madres, registró ayer un documento en la Delegación de Gobierno y en el Parlament balear que reclama poner en valor la religión en los colegios públicos de las islas.
La portavoz de la entidad, Margalida Canyelles, aseguró ayer que el escrito ha reunido «entre 300 y 400 firmas» y cuenta con el apoyo de ciudadanos «de derechas, izquierdas e incluso ateos», por lo que han solicitado que se lea en la Cámara balear. El manifiesto reivindica el «desarrollo integral» del alumno, incluida la «inteligencia espiritual», una competencia «exclusiva» de la asignatura de Religión.
A través del documento, la plataforma manifiesta que «el hecho religioso es una realidad antropológica consustancial a la persona» y que, por tanto, «tiene una gran trascendencia en la sociedad». Asimismo, apela al conseller de Educación, Martí March, para recordarle que «un estado aconfesional no está adscrito a ningún sistema de creencias, por lo que no puede imponer ni tan solo la laicidad».
Para estos ciudadanos, la Lomloe tiene «intereses puramente políticos e ideológicos de control, reaccionarios y antirreligiosos, que vulneran claramente los Derechos Humanos y Constitucionales».
Canyelles, que puntualizó que la plataforma defiende «todas las religiones, no solo la católica», lamentó que «ahora hay más intolerancia e ignorancia religiosa que nunca», y lo achacó al «menosprecio» de la educación pública hacia las creencias familiares: «En los tiempos que corren no podemos encerrar a los niños en un conocimiento materialista», añadió.
La portavoz aprovechó para mandar un mensaje «a los de izquierdas»: «Si son tan progresistas, que se abran como en otros lados, al igual que Finlandia o Alemania», dijo la responsable, que consideró que las actuales políticas educativas pecan de una «discriminación absoluta» a los alumnos.
Algunas de las cuestiones que critican es que la materia se imparta fuera del horario escolar —y que, por tanto, los estudiantes que no la escojan puedan irse a casa— o que no compute como otras asignaturas en la media del expediente académico, ni siquiera para pedir becas. También se opusieron a la Junta de Personal Docente de Mallorca y sus «continuas reclamaciones que vulneran la Convención de Derechos de la Infancia», y que «atentan contra la calidad y libertad de la escuela pública».
Respecto a la Ley educativa balear, el documento apunta que «delimita y censura el acceso al conocimiento por puro interés ideológico», y exige a las autoridades locales que sean «humildes» y dejen de «politizar» la enseñanza.