Su hijo Anthony ha desvelado que su padre le ha dado instrucciones para que deje todo organizado.
Asus 86 años, el actor francés Alain Delon vuelve a ser noticia. El intérprete ha solicitado el suicidio asistido para poner fin a su vida. Lo ha pedido en Suiza, país en el que reside desde hace 20 años y donde la eutanasia es legal. Parece ser que los problemas de salud que arrastra desde hace tres años, y que han mermado considerablemente su calidad de vida, le han llevado a tomar esta decisión. Incluyendo la muerte el año pasado de su exmujer, Nathalie Delon, debido a un cáncer de páncreas.
Hace unas semanas su hijo Anthony desveló en una entrevista en RTL, la promesa que le había hecho a su padre. Esta no era otra que la de permanecer a su lado en los últimos días de su vida. El hijo del James Dean francés acaba de publicar su autobiografía, Entre perro y lobo, y ahí cuenta esta conversación con su progenitor: «Tony, si alguna vez me pasa algo y estoy en coma, conectado para vivir, quiero que me desconectes. Quiero que me prometas eso». Su hijo le tranquilizó: «Lo prometí. Ser el mayor no siempre es fácil, de hecho, a menudo somos los que recibimos más golpes».
En 2019 Delon sufrió dos derrames cerebrales que dejaron su salud deteriorada. Y a esto hay que sumarle los problemas cardiovasculares que arrastra. «Después del accidente de mi padre, sus ictus, tres meses después a mi madre le diagnosticaron un cáncer fatal de páncreas. Sentí en los meses siguientes a esa época vacío, angustia y miedo. Luego, de repente, sentó que la muerte me acechaba y tuve la necesidad de parar el tiempo. Mi padre, efectivamente, se quedó muy tocado con todo esto», escribe Anthony en su libro.
Su emotiva carta
En una de las últimas entrevistas del protagonista de El gatopardo ya expuso su manera de pensar respecto a este asunto que tanta controversia despierta. «Estoy a favor de la muerte digna», dijo en su momento. «Primero porque vivo en Suiza, donde la eutanasia es legal, y también porque creo que es lo más lógico y natural. Una persona tiene derecho a partir en paz, sin pasar por hospitales, inyecciones y demás. Envejecer apesta y no puedes hacer nada al respecto. Llegado el momento, dejaré este mundo sin lamentaciones. Lo he conocido todo, lo he visto todo. Pero esta época me parece vomitiva. Todo es falso, todo está falseado».
Debido a la repercusión de la confesión de su hijo Anthony, Alain ha dado un paso al frente haciendo pública una emotiva carta de despedida. En ella se muestra muy agradecido: «Me gustaría las gracias a todos los que me han acompañado a lo largo de los años y me han brindado un gran apoyo». Y además aprovecha la misiva para transmitir sus últimos deseos: «Espero que los futuros actores puedan encontrar en mí un ejemplo no solo en el trabajo, sino en la vida cotidiana, entre victorias y derrotas».
Aunque no han trascendido las directrices marcadas por Alain Delon para su despedida, el hecho de que su hijo mayor haya confesado tener «instrucciones» paternas para hacer uso de la eutanasia, no han dejado indiferente a nadie. Muy especialmente, considerando que, al menos de momento, su hija Anouchka, ejecutoria testamentaria del actor galo, no han confirmado las palabras de Anthony.
Alain Delon, marcado por los últimos días de una de las mujeres de su vida
A finales de enero del año pasado falleció la actriz Nathalie Delon. Tenía 79 años y un cáncer de páncreas «fulgurante» acabó con su vida en cuestión de meses. Conoció al galán francés por casualidad en una discoteca en París cuando él era ya una estrella y estaba comprometido con la también actriz Romy Schneider. Pero en un giro del destino, Delon cayó rendido a los encantos de Nathalie, por quien dejó a la intérprete austriaca de una manera peculiar: por carta. Solo dos años después Alain y Nathalie dieron la bienvenida a su único hijo en común, Anthony.
Aunque el matrimonio se divorció en 1969, mantuvieron una estrecha relación hasta la muerte de su exmujer. Pero según ella, a lo largo de su historia de amor siempre tuvo claro que Delon nunca había dejado de estar enamorado de la protagonista de Sissi. Solo unos días antes del fallecimiento de Nathalie, Anthony se encargó de publicar una tierna fotografía de sus padres disfrutando de una amena conversación con el mensaje «amor inquebrantable».
Su amor con la mítica Romy Schneider
Una de las inolvidables historias de amor y desamor del cine europeo es precisamente la que protagonizaron, fuera de los focos y las claquetas, Alain Delon y Romy Schneider. Se conocieron cuando la austriaca ya era una estrella a pesar de sus 19 años. Todo gracias a su mítico personaje de Sissi, en la saga de películas sobre la emperatriz. Delon tenía 23 años y llegaba, cargado de sueños e ilusión al mundo del séptimo arte. Su primer encuentro fue de todo menos romántico. No hubo feeling, pero esto fue algo que cambió con el paso de las semanas y las numerosas horas de rodajes que compartieron en el filme Christine.
«Fui a Viena donde rodábamos la película. Y allí me enamoré perdidamente de ti. Y tú te enamoraste de mí», recordó Delon en una carta tras la inesperada muerte de la actriz en 1982. Durante el tiempo que estuvieron juntos, instalados en París se convirtieron en «los prometidos de Europa». Eran guapos, atractivos, jóvenes y la complicidad entre ellos traspasaba la pantalla.
Se comprometieron en 1959, pero nunca se casaron. Fue el primer amor de Romy, que estaba totalmente enamorada. Hasta el punto de perdonarle las numerosas infidelidades de él. Su relación terminó por carta. Alain envió un ramo de rosas a la que era su prometida, con una breve misiva: «Me he ido a México con Nathalie. Mil cosas. Alain».
Schneider se quedó destrozada y tiempo más tarde recibió una carta de 15 páginas en las que el intérprete le explicaba todo lo ocurrido. «La razón me obliga a decirte adiós (…) Te devuelvo tu libertad dejándote mi corazón», escribió entonces. Aunque Romy trató de quitarse la vida nunca reprochó la actitud de Delon. Es más, años después compartieron protagonismo en La piscina, la película que relanzó la carrera de la austriaca.
«Romy fue el gran amor de mi vida, el primero, el más fuerte, pero también, desgraciadamente, el más triste», afirmó años después.