No es nuevo que grupos religiosos traten de imponer su concepción de la sexualidad para obligar a personas homosexuales a «convertirse» en heterosexuales, y lo hacen usando la libertad religiosa, como si esta estuviese por encima de los derechos humanos.
Integrantes de la Unidad Ministerial del Valle de Toluca (UMIVAT) se manifestaron frente a la Legislatura Mexiquense, como una muestra de su rechazo a las modificaciones recientemente aprobadas, referentes a la prohibición de las llamadas “terapias de conversión”, ya que aseguran violentan la libertad religiosa.
En el marco del Día Internacional de la Libertad Religiosa, exigieron a quienes integran el Congreso Local, cambien su postura sobre esta iniciativa, ya que advierten va en contra de los postulados familiares y religiosos.
El representante de la Alianza de Pastores del Valle de Toluca, Aristeo Salgado Rentería, sostuvo que las modificaciones al artículo 211, aprobadas por la Cámara de Diputados violentan y discriminan, yendo en contra de la libertad de creencia, al limitar, impedir y penalizar la ayuda, impartición y enseñanza de las creencias, como violación moral, al querer ayudar a las personas que buscan ayuda en materia de reconversión sexual.
Reiteró que en la propia Constitución y demás tratados internacionales se garantiza la libertad religiosa, brindando la totalidad de garantías para su protección, derecho que no podrá restringirse ni suspenderse.
Sostuvo que la aprobación de esta propuesta atenta contra la integridad de las familias, al criminalizarlas, al tratar de enseñar o impartir conocimientos sobre la sexualidad e identidad de sus hijos e hijas.
“La ley recién aprobada viola nuestros derechos a la libertad de conciencia y de religión. El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna”.
La ley recientemente aprobada, añadió, viola los derechos mínimos de las personas que buscan reconvertir su sexualidad, en el momento que así lo consideren, como una necesidad de “reencontrarse con ellos mismos, con su identidad y su sexualidad biológica”, del mismo modo atenta con la libertad que tienen los padres de familia, para incidir en la educación de sus hijos e hijas.
“Los líderes religiosos tenemos el derecho y la libertad de expresar nuestras creencias religiosas, aún cuando éstas choquen con ideologías que no están sustentadas en la ciencia, en la biología o la genética, aprendamos como sociedad a discernir, a respetar las diferencias, poniendo por encima la verdad y el sentido común”.
