El presidente de Malawi, Lázaro Chakwera, instó a sus compatriotas a unirse a él en ayuno y oración contra la propagación del coronavirus en el país. El mandatario invitó a “todos los ciudadanos y residentes en Malawi” a ayunar y orar durante tres días, a partir de hoy, 16 de julio. El presidente también declaró una “Jornada Nacional de Acción de Gracias” el domingo 19 de julio.
En una declaración firmada por el Ministro de Información, Gospel Kazajo, el presidente pidió “intensificar las oraciones por la curación de los afectados por el virus, por la protección y el apoyo de los trabajadores de salud en primera línea de batalla y por la protección de quienes no han contraído el virus”.
El presidente Chakwera es fue durante 24 años pastor de la iglesia de las Asambleas de Dios en Malawi. En 2013 se convirtió en el líder del Partido del Congreso de Malawi, sin tener experiencia política previa, y fue elegido en las elecciones del 23 de junio tras derrotar al presidente saliente Peter Mutharika.
El presidente Chakwera suscitó fuertes expectativas en Malawi, uno de los países más pobres del mundo, plagado de corrupción. Monseñor John Alphonsus Ryan, obispo de Mzuzu, durante una ceremonia de distribución de ayuda a las familias afectadas por la crisis económica causada por el coronavirus, ha deseado que el presidente Chakwera y el vicepresidente Chilima sean verdaderos líderes con un espíritu de servicio para guiar al país. “El presidente y el vicepresidente, hombres temerosos de Dios, han subrayado la idea del liderazgo de servicio. Están para servir. Oremos para que siguen guiando a Malawi con este espíritu”.
Monseñor Ryan pidió al nuevo gobierno que implemente medidas enérgicas para proteger a todos de la pandemia de COVID-19 y destacó que los padres están preocupados por la vida de sus hijos, que ya no pueden asistir a la escuela debido al confinamiento. La diócesis de Mzuzu se ha comprometido a utilizar sus pocos recursos para apoyar a las familias más afectadas por la crisis del coronavirus.
Hasta el momento, Malawi ha registrado 2.614 casos confirmados, con 1.005 curados y 43 fallecidos. Con el descubrimiento del primer caso en una prisión, las organizaciones pro Derechos Humanos solicitan al gobierno que libere a algunos de los prisioneros para aliviar las condiciones de las cárceles, cuyas condiciones higiénicas son muy precarias.
