El Tribunal Constitucional de Alemania ha declarado ilegal una norma aprobada en 2015 para prohibir los servicios comerciales de suicido asistido, por considerar que los ciudadanos tienen derecho a determinar su propia muerte buscando ayuda externa.
El Código Penal alemán castiga con hasta tres años de cárcel «el apoyo comercial al suicidio», pero pacientes terminales y médicos han llevado esta prohibición al Constitucional, que finalmente les ha dado la razón.
La reforma de 2015 no veta la ayuda brindada por familiares o amigos cercanos del paciente, por lo que tiene como principal cometido impedir la oferta de servicios comerciales como los que ya existen en Suiza.
El presidente del Constitucional, Andreas Vosskuhle, que ha explicado la sentencia, ha esgrimido que mediante leyes se puede promover la prevención del suicido o los cuidados paliativos, pero no establecer castigos contra decisiones que solo competen a una persona.
En este sentido, ha argumentado que los pacientes no pueden llevar a término su decisión de quitarse la vida sin asistencia externa, por lo que esta vía debe ser legal. Ahora, compete al legislador analizar «el amplio espectro de opciones» para regular el suicido asistido.
Vosskuhle ha señalado que todo ciudadano tiene derecho a decidir sobre su propia vida y su propia muerte. «Podemos lamentar su decisión, podemos hacer todo lo posible para que cambie de idea, pero tenemos que aceptar que la ha tomado libremente», ha agregado el magistrado.