Lo grave no son tanto las palabras de este jerarca católico, cuya homilía es acorde con la doctrina de la Iglesia católica, sino que una institución pública celebre el Día de su Comunidad Autónoma con un acto religioso como es esa misa en Covadonga. No es de extrañar que aproveche la presencia de las autoridades para exponer su doctrina. Y como en otros lugares seguirá siendo invitado y seguirán las autoridades asistiendo a actos confesionales, manteniendo la tradición del nacional catolicismo.
“Estoy seguro de que será un bien para su Gobierno, para la Iglesia diocesana y para esta patria querida que es Asturias”. Fueron las palabras que el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes,dirigió esta mañana al presidente del Gobierno, Adrián Barbón, en la misa por la festividad de Covadonga. El prelado pidió a las nuevas caras de la política asturiana “colaboración mutua” para afrontar los problemas de la comunidad. “A veces vemos algunos escenarios de las cosas, los tiempos y los recursos a disposición para un simple aprovechamiento de la propia vanidad o del mantenimiento o conquista del poder por el poder”, manifestó.
Durante su homilía en la basílica de Covadonga, Sanz Montes tuvo palabras para los trabajadores de la factoría Vesuvius. La compañía amenaza con dejar en la calle a 111 empleados por la crisis del acero. “Auténtico volcán de un Vesubio malhadado que arrasa la esperanza con insolidaria lava. Vaya mi cercanía hacia todas esas familias y mi oración para que quien puede mediar y remediar, acierte a negociar con eficacia”, expresó, con el Presidente Adrián Barbón, el presidente de la Junta Marcelino Marcos Líndez y la delegada del Gobierno Delisa Losa sentados en primera fila.