El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, ha asegurado que no encargarán una investigación sobre los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en la Iglesia española en el pasado.
“La Conferencia Episcopal Española no tiene autoridad sobre las diócesis para hacer este tipo de estudio, que cada diócesis haga lo que crea oportuno“, ha declarado Blázquez este miércoles 27 de febrero en una rueda de prensa en la sede de la CEE, al ser preguntado por si van a encargar un estudio histórico.
Blázquez, que ha dado cuenta esta semana ante los obispos españoles del contenido de la Cumbre antipederastia que se ha celebrado en Roma, en la que ha participado, tampoco ha adelantado medidas concretas que vayan a adoptar frente a los abusos sino que ha indicado que esperarán a las normas que dicte el Papa en las próximas semanas.
“Estamos abiertos a lo que se nos vaya pidiendo para erradicar esta cuestión tan grave”, ha subrayado, al tiempo que ha apuntado que los obispos del mundo han pedido al Papa que estas normas sean las mismas para todos.
Preguntado por si van a colaborar con la Fiscalía, Blázquez ha asegurado que las diócesis y la CEE están “dispuestos a colaborar” pero ha matizado que su colaboración es “directamente con los tribunales”.
Según ha señalado, son los jueces los que pueden “recibir y estudiar las denuncias y dictar la sentencia”. En este sentido, también ha pedido que se distinga “entre una denuncia, el estudio detenido de la misma y la sentencia” y no aparezca una persona “como condenada en el momento en que haya una denuncia”.
El cardenal ha definido el encuentro con el resto de presidentes de las conferencias episcopales del mundo en el Vaticano como “un trabajo muy intenso e interesante” y ha agradecido la posibilidad que han tenido de escuchar a víctimas de abusos con testimonios “estremecedores”.
Sí a recibir a las víctimas y a colaborar con los tribunales
“Ha sido un sí inequívoco a las víctimas, un sí a sus familias y a la colaboración con las autoridades del Estado. Esto ha sido muy claro siempre. Y diría como el envés de la cuestión, un no a los abusadores, un no a los encubrimientos, un no al silencio cómplice y un no al tratamiento inadecuado por las autoridades de la Iglesia de esta cuestión”, ha subrayado Blázquez.
En esta línea, ha asegurado que él ha recibido “a bastantes víctimas” españolas, “ya desde hace tiempo”, y ha reconocido que algunas de ellas se encontraban “profundamente irritadas”.
Si bien, algunas víctimas más mediáticas, como las que forman parte de la asociación Infancia Robada, han denunciado recientemente que no les ha recibido. En este sentido, Blázquez ha ofrecido su disposición a reunirse con ellos. “Si quieren hablar conmigo, no tengo ningún problema para recibir a uno representativo del grupo”, ha afirmado.
Sobre si los obispos van a adoptar como medida expulsar a los curas abusadores del sacerdocio, Blázquez ha insistido en que se atendrán a las normas que lleguen desde Roma aunque ha afirmado que no van a “repetir en absoluto” el procedimiento de trasladar a un pederasta de una parroquia a otra o de pagar a la víctima. “El problema de un pederasta, de un pedófilo, no se cura con un traslado, tampoco se cura solo económicamente”, ha precisado.
Además, ha rechazado que exista una relación causal entre el celibato y la pederastia en la Iglesia. Precisamente, ha citado algunos estudios psicológicos, psiquiátricos y antropológicos a los que han tenido acceso durante la Cumbre del Vaticano que “no relacionan de forma directa el celibato con la pedofilia”.
Por otro lado, acerca de los casos de abusos a religiosas por parte de sacerdotes que han salido a la luz, el presidente de la CEE ha asegurado que no tiene “constancia” de que se hayan producido en España. “Si los hay, los habrá, quien tenga constancia puede ser testigo de este abuso”, ha comentado. Si bien, ha puntualizado que este tema no ha sido objeto de discusión en la Cumbre antipederastia del Vaticano.
Blázquez ha puesto de relieve que el encuentro en Roma ha sido un acto “sin precedentes” y también “sin acompañantes” porque “no ha tenido un tipo paralelo de convocatorias en otros ámbitos”. En esta línea, ha insistido en que, aunque la Iglesia ha reflexionado sobre este fenómeno que es “un pecado” y “un delito”, afecta a “toda la humanidad”.
Así se ha pronunciado el cardenal en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente de los obispos españoles que ha tenido lugar este martes 26 y este miércoles 27 de febrero en Madrid. Además de la Cumbre antipederastia, han sido objeto de esta reunión otros asuntos como el plan de formación de los seminaristas, el Congreso de Laicos de 2020 o la reforma de los Estatutos de la CEE.