El teólogo Juan José Tamayo ha admitido hoy el "triunfo" del papa y del cardenal Rouco por poner a "sus pies" a todos los poderes en la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), mientras que los "grandes perdedores" son los progresistas que proponen una Iglesia alternativa y el Estado laico.
En declaraciones a Efe, Tamayo se ha referido a la "cuádruple alianza" de la Iglesia con todos los poderes en la misa de Cuatro Vientos (Madrid) por la presencia de obispos, del rey, miembros del Gobierno y las Fuerzas Armadas y empresarios.
"Es el ejemplo más claro de que la Iglesia recibe beneficios de todos los poderes y, lógicamente, el mensaje que trasmite -ha opinado- no puede ser nunca de denuncia contra las injusticias, de llamar la atención por los excesos de los beneficios empresariales, la extorsión que se hace a la clase trabajadora".
Ha interpretado los discursos de Benedicto XVI como "repetitivos", "muy estrechos y cortos", típicos del "más rancio catolicismo popular" de los años cincuenta, de sumisión a la jerarquía, que alejan de la fe porque no tienen "nada que ver" con Jesús de Nazaret y el cristianismo originario.
Sin embargo, Tamayo ha reconocido el "éxito" de asistencia a la convocatoria, debido no sólo a la organización interna, "sino a todos los apoyos" de las distintas administraciones.
Además, el papa fue recibido como un jefe de Estado, "con todos los honores", pues no ha sido una visita precisamente de protocolo, "sino con un fuerte contenido político".
El rey "se ha deshecho en agasajos, en reconocimiento y acogidas", ha comentado.
"Es una cosa que llama la atención -ha agregado- porque da la casualidad de que los dos jefes de Estado (..) no tienen una validación democrática, ninguno de los dos ha pasado por las urnas".
Tamayo, que dirige la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III, también ha considerado "desmesurado" el apoyo del Gobierno.
"Mira por donde -ha apostillado- esta jornada de la juventud ha demostrado que hay una religión que tiene carácter estatal y casi exclusivo".
