El Cementerio General de Valencia cederá espacio a otras confesiones religiosas además de la católica, como la judía y la musulmana, mediante una simbología de «carácter neutro» para que «cada confesión pueda colocar sus propios símbolos» y «todas puedan desarrollarse con total libertad y los mismos derechos».
Así lo ha destacado el alcalde de Valencia, Joan Ribó, tras firmar este jueves tres convenios para la prestación de asistencia religiosa en el cementerio municipal con el vicario general del Arzobispado, Vicent Fontestad; el presidente de la Comunidad Islámica de Valencia, Abdul Rahim Yaghmour, y el titular de la Comunidad Israelita en la ciudad, Isaac Sananes.
Los acuerdos tienen una duración de cuatro años y, en el caso de las comunidades musulmana e israelita, contemplan la incorporación en el cementerio de unidades de enterramiento específicas para las prácticas propias de cada confesión, mientras que en el de la católica se especifica la prestación de asistencia.
De esta forma, el convenio establece que «todas las grandes religiones presentes actualmente en Valencia» dispondrán de un espacio con «simbología propia» en el cementerio, como ha explicado Ribó, que ha destacado la «profunda satisfacción» que supone para el Ayuntamiento.
«Es un día ‘bonico’ en el que de alguna manera cumplimos algo que ya planteamos: que Valencia sea acogedora para todas las personas, con todas sus creencias y culturas, y que cualquier persona que viva en la ciudad pueda disfrutar de sus derechos», ha manifestado.
El primer edil también ha resaltado que «los actos relacionados con la muerte de un familiar son muy importantes en todas las religiones y para cualquier confesión» y que, por ello, este acuerdo trata de que «todas puedan desarrollarse con total libertad, independientemente de su religión y con los mismos derechos». Para ello, el cementerio tendrá un «carácter neutro para que cada religión pueda colocar su propia simbología».
Además de las «grandes religiones» que han suscrito el convenio, la judía y la musulmana, Ribó ha reconocido que «hay más» presentes en la capital del Turia, si bien «algunas no necesitan un trato especial en el tema de cementerio, como las confesiones cristianas no católicas».
Tras firmar el acuerdo, el portavoz de la Comunidad Israelita ha celebrado que es algo que los judíos de Valencia «llevaban siglos esperando», ya que el anterior cementerio local que les cedió espacio «fue del siglo XIV». «Para los judíos esta fecha es histórica porque desde hace 600 años no teníamos cementerio», ha manifestado, por lo que ve el convenio como «un hito que lleva gestándose mucho tiempo y que recordaremos todos».
El convenio también ha supuesto un «día alegre» para el titular de la Comunidad Islámica, que ve como «realmente da un paso adelante para la buena convivencia entre todos». «Eliminar cualquier signo de desigualdad por la religión es signo de una sociedad avanzada», ha reivindicado, para agradecer «muchísimo» el trabajo del Ayuntamiento e invitar a «todos los municipios» valencianos a imitar su ejemplo.
Por su parte, el vicario del Arzobispado de Valencia también ha expresado su satisfacción y ha coincidido en que «el momento de la muerte y la enfermedad es muy importante para todas las personas».
Para las que tienen fe, la trascendencia de este momento es fundamental: sentirse acompañado, respetado en sus convicciones es la primera de las libertades y los derechos fundamentales de cualquier persona», ha ilustrado.
Por ello, ha asegurado que la Iglesia católica «cree profundamente en el diálogo interreligioso y en el ecumenismo: Miramos a todas las personas, absolutamente a todas, como hijos de Dios, y los queremos por igual». Vicent Fontestad ha resaltado además que el acuerdo tiene «garantía de continuidad en el tiempo».