Los hechos ocurrieron en la ciudad noruega de Bryne.
El juzgado ha considerado que la acción de la pelquera constituye un delito de «discriminación religiosa».
Ha sido condenada a pagar una multa y debe asumir las costas del juicio.
Un tribunal de Noruega ha dictado sentencia a favor de una joven que fue expulsada de una peluquería por llevar velo islámico (hijab) y la ha condenado a pagar una multa de 10.000 coronas (sobre 1.000 euros), así como las costas del juicio.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2015, cuando Merete Hodne negó la entrada a su salón de belleza, ubicado en la ciudad de Bryne (sur del país), a la joven musulmana Malika Bayan. El juzgado ha considerado que Hodne es culpable de un delito de «discriminación religiosa»
El tribunal tuvo en cuenta comentarios que Hodne, activa en movimientos antiislámicos como Pegida, había vertido en la red social Facebook defendiendo que el Islam es «mucho peor» que el nazismo o aludiendo al episodio, ocurrido en octubre pasado, al afirmar que no deseaba tener el «mal» dentro de su local.
«Actuó de forma intencionada»
«La corte no tiene duda de que la acusada actuó de forma intencionada, de que a sabiendas quiso discriminar a Bayan echándola de la peluquería porque era musulmana», consta en el fallo.
Hodne había asegurado en el juicio que sufrió «ansiedad» cuando vio a Bayan y a una amiga con el hiyab en su local, porque para ella el velo es «un símbolo de extremismo político»; que le preguntaron cuánto costaba cortarse el pelo y que cuando les dijo que no aceptaba a clientes con esa prenda, se fueron.
Bayan afirmó sin embargo que Hodne ni siquiera le dejó hablar al entrar en el local y que la conminó sin más a ir a otra peluquería.
«Estoy muy aliviada. La cuantía de la multa no importa, esto no es un tema personal. Le deseo lo mejor, pero es importante dejar claro que no está bien discriminar», declaró Bayan a la agencia NTB.
El caso, que ha recibido gran atención mediática en Noruega, llegó a los tribunales porque Hodne, que ya ha comunicado que recurrirá la sentencia, se negó a aceptar una multa de las autoridades de 8.000 coronas noruegas (861 euros).