El presidente, Miguel Ángel Revilla, asegura que ha «subido andando» para pedirle a la Virgen «salud» para afrontar el curso político
Las malas condiciones meteorológicas están desluciendo la fiesta de la Bien Aparecida, que a mediodía registra bastante menos afluencia de gente que otros años. Aunque no ha llovido de manera importante, los fuertes vientos que se anuncian a partir de las tres de la tarde han llevado a tomar la decisión de desmontar el altar exterior desde el que el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, iba a celebrar la misa solemne a las 12.00 en compañía de sacerdotes de la Diócesis y de religiosos de la orden de los Trinitarios, que son los encargados de custodiar el Santuario. La eucaristía se celebró en el interior del templo de Hoz de Marrón (Ampuero).
Aun con todo, las personas congregadas en el Santuario de la Bien Aparecida para venerar a la patrona de Cantabria se han contado por miles, pese a la climatología.
Las principales autoridades políticas de la región no han faltado a la cita, entre ellas el presidente de Cantabria y secretario general del PRC, Miguel Ángel
Revilla, que ha confiado en que termine el «túnel de malas noticias» y ha pedido a la Virgen «salud y fuerza» para poder seguir trabajando por Cantabria.
También ha acudido al santuario la vicepresidenta regional y secretaria general del PSOE, Eva Díaz Tezanos, quien ha enviado un «mensaje de optimismo y esperanza» y ha recordado que «el desempleo y la situación de emergencia social que atraviesan miles y miles de ciudadanos son las principales prioridades del Gobierno».
Finalizada la misa, los devotos acompañaron la imagen de la Virgen de la Bien Aparecida en procesión.