Víctor Rodríguez, integrante de la Asociación Uruguaya de Librepensadores, dijo a Montevideo Portal que no debería permitirse el uso de la hiyab en las niñas sirias porque viola el principio de laicidad y representa el sometimiento de la mujer.
En una columna publicada en el Correo de los Viernes (titulada «Musulmanes y laicidad») y reproducida por el diario El País, el ex presidente Julio María Sanguinetti expresó su preocupación por el uso de velos en la foto del documento de identidad.
«A los ciudadanos del país no se les permite aparecer en esos documentos con lentes, sombreros u otros objetos que incidan en su rostro. ¿Puede aceptarse esa actitud discriminatoria?», cuestionó Sanguinetti agregando que el hiyab «no solo es un simple símbolo de pertenencia religiosa sino la exhibición pública de la subordinación femenina».
«En un país que hace un siglo quitó los crucifijos de los hospitales públicos, ¿puede aceptarse que en los establecimientos públicos de enseñanza las adolescentes luzcan ese velo? El crucifijo o cualquier otro símbolo análogo, es una pertenencia que se desea dejar fuera del ámbito del Estado, pese a que puede ser un simple testimonio de espiritualidad», dijo Sanguinetti.
Sus palabras abrieron un debate sobre el uso del velo por parte de las niñas sirias en las escuelas uruguayas. ¿Constituye una violación a la laicidad?
El consejero de Primaria Héctor Florit dijo a El País que no debería prohibirse el uso del velo: «No sé si el velo es una ostentación religiosa o cultural. No me imagino que las vestimentas que evocan la tradición cultural de cualquier pueblo tengan que ser prohibidas en las escuelas».
Sin embargo, desde la Asociación de Librepensadores, que se creó en 2012 como resultado de «una especial preocupación por la defensa de la libertad de pensamiento, la laicidad y la república», tienen una postura diferente.
El integrante de la Asociación Uruguaya de Librepensadores, Víctor Rodríguez, dijo a Montevideo Portal que no debería permitirse el uso de la hiyab a las niñas sirias que se integraron a la educación pública uruguaya porque viola el principio de laicidad.
Rodríguez dijo que otro de los elementos evaluados es que -según ellos- representa el sometimiento de la mujer al hombre, por lo que violenta el respeto a los derechos humanos: ”Si se admite esta interpretación de la libertad de cultos, nada impediría que el Estado admitiera otras prácticas violatorias a los derechos humanos”.
Además Rodríguez señaló que en la ley francesa se admiten solo símbolos religiosos que no impliquen ostentación, como puede ser una cruz, debido a que se trata de algo íntimo y personal.
Rodríguez criticó el hecho de que se hayan celebrado matrimonios religiosos antes del matrimonio civil y recalcó que cuando alguien llega a nuestro país, “tiene que estar bajo las normas jurídicas” uruguayas.
En ese sentido comparó la situación con la eventual financiación estatal de una mezquita o el traspaso de dinero público a la educación religiosa.