Primer mandatario citó varias veces el magisterio de la Iglesia en su discurso
La expectativa era grande. ¿Qué hablaría el presidente Rafael Correa al recibir al papa Francisco? ¿Sería un discurso político o tan solo una bienvenida?
Estas y otras preguntas flotaban en el ambiente las horas previas al arribo del ilustre visitante. A diferencia ante otros mandatarios, esta vez los periodistas extranjeros conocen y ya perciben el ambiente crispado que se vive en estos días a nivel político y en las calles, ante las medidas económicas que quiere aplicar Correa en lo que los empresarios denominan «un paquetazo».
Recién llegado al aeropuerto, el primer mandatario recibió al pie de la escalinata del avión al papa, al que le ha manifestado en varias ocasiones «su más profunda admiración», y quien ha sido el único que ha conseguido que postergue una decisión de trascendencia, pues sus reformas tributarias y económicas las ha diferido para setiembre debido a la visita papal.
Lo que dijo Correa
Al darle la bienvenida «a su América», el presidente de la República se comparó con Francisco al ser dos jefes de Estado «a los que les exaspera la pobreza». Acto seguido le aseguró que su gobierno también respeta y garantiza la vida desde la concepción y se comprometió en público «a cuidar la familia y la casa común que es el planeta».
Sobre esto último, destacó que la Constitución del país le otorga «derechos» a la naturaleza, un ecosistema conformado por 44 reservas y parques naturales, donde conviven catorce comunidades indígenas con sus propias lenguas y dos grupos no contactados que se han auto marginado de la civilización.
Tanto es el aprecio del dignatario por su país, que la ocasión lo llevó a hacer una broma: «Si el papa es argentino y Dios es brasilero como dice la presidenta Dilma Rouseff, el Ecuador es el paraíso», arrancando así los aplausos de los asistentes y la posterior mención del papa en una parte improvisada de su discurso.
Fuentes en el magisterio de la Iglesia
Durante su discurso, el presidente Rafael Correa echó mano de varias citas y menciones a discursos y mensajes del papa actual, de san Juan Pablo II, así como al Vaticano II y del magisterio latinoamericano.
Fundamentó su propia visión de la distribución de la riqueza y la subsidiaridad -eje central de sus proyectos de ley en ciernes-, en el discurso dirigido por el papa Francisco a los jefes de Estado reunidos en la última Cumbre de las Américas de Panamá, lo que le valió el calificativo de «vigilante moral» por parte de Correa.
Sus palabras de bienvenida hicieron referencia a la constituciónGaudium et spes de Vaticano II, así como a los documentos de Medellín y Puebla que en su época advirtieron sobre la brecha entre ricos y pobres que venía creciendo en el continente latinoamericano. Tuvo palabras elogiosas para la última encíclicaLaudato si’ de Francisco, la que citó textualmente varias veces.
Lo que se preguntan algunos es hasta dónde quiso el presidente Correa legitimar sus anunciadas medidas económicas en la Doctrina Social de la Iglesia, como buen católico que él mismo se define.
